Hyundai incorpora las versiones deportivas N-Line al Tucson

Es uno de los SUV de tamaño medio más vendido en el mercado español y quiere seguir siendo un producto competitivo a base de innovaciones técnicas como el sistema Híbrido de 48 voltios con el que logra la etiqueta ECO, pero también desde otro punto de vista más emocional con las versiones N-Line que a partir de esta primavera están disponibles en el Hyundai Tucson, mejorando el aspecto interior y exterior, además de algunas modificaciones en la suspensión y la dirección.

El objetivo es llegar a un público que quiere un enfoque más deportivo en su coche y que por motivos familiares necesita algo más de espacio en sus desplazamientos diarios y de vacaciones. El Hyundai Tucson N-Line, que mide 4,48 metros de longitud, puede ser una buena respuesta por su aspecto, combinando fuerza, seguridad, confort y un amplio espacio interior en el que se puede viajar cómodamente, así como un maletero con 488 litros de capacidad.

El modelo más vendido en Europa de la firma coreana se puede solicitar ahora en el acabado N-Line, asociado a tres motores de 136 a 185 CV, con sistemas de tracción delantera y 4WD para quienes desean un plus de seguridad al transitar por carreteras con firme deslizante. En estas mecánicas están incluidos los motores híbridos de 48 voltios, tanto en su versión de acceso, el 1.6 CRDI de 136 CV como en el más potente de la gama, el 2.0 CDRI de 185 CV, y también uno de gasolina 1.6 T-GDI de 177 CV.

La estética exterior hereda algunos rasgos del modelo con más carácter de la gama Hyundai, el i30 N, mejorando su aspecto dinámico con un paragolpes delantero de nuevo diseño, parrilla frontal con cromados oscurecidos, alerón trasero en negro brillante, faros con bisel oscuro, luces diurnas LED y manetas de apertura de puertas en el color de la carrocería. En el interior destacan los asientos deportivos con tapicería que combina cuero y Alcántara, volante de cuero con pespuntes rojos, pedales deportivos y palanca del cambio revestida en cuero.

Los ingenieros de Hyundai han realizado algunos retoques en el chasis para lograr un tacto más deportivo, de modo que la suspensión es un 8% más rígida en el eje delantero y un 5% más en el trasero, mientras que los cambios en el software de la dirección contribuyen a una respuesta más directa a las órdenes del conductor.