Vuelve EBRO con el SUV S700

Para quienes ya no lo recuerden, la marca EBRO se creó en 1954 para la fabricación de tractores, furgonetas, camiones, autobuses y hasta todoterrenos (Jeep-Ebro). Fue una de las firmas de vehículos nacionales más popular durante más de 20 años, hasta que fue adquirida por Nissan a finales de los 70. Ahora, retorna de la mano del gigante de la automoción chino Chery y hasta recupera su antigua factoría instalada en la Zona Franca barcelonesa.

Aunque la factoría aún no está a pleno rendimiento (se espera que los departamentos de chapa y pintura estén operativos a finales de año) sí es capaz de montar vehículos que vienen despiezados de China. Y el primero de todos ellos es el S700, un SUV de segmento C práctico y convencional, dotado (de momento) de un eficiente motor térmico y equipado de un avanzado paquete tecnológico.

El nuevo EBRO comparte mecánica y electrónica con modelos de Omoda y Jaecoo (igualmente de Chery), lo que garantiza su calidad; pero presenta una carrocería completamente original y unos interiores muy cuidados en una gama de precios muy contenida. Las dos versiones inicialmente puestas a la venta –S700 Comfort y S700 Luxury- cuestan respectivamente 29.990 y 32.990 euros (que se quedan en 30.400 en oferta de lanzamiento y en 27.900 con financiación). Además, incluye una garantía de 7 años o 150.000 Km.

La carrocería ha sido diseñada al gusto europeo, sin exotismos orientales. Cuenta con un volumen equilibrado, una enorme calandra delantera negra enmarcada por los faros rasgados, deflectores aerodinámicos, doble línea de cintura lateral y una zaga poco barroca. Algo a ser tenido en cuenta de cara a su futura comercialización en países de la Unión Europea. Porque no olvidemos que Chery ha puesto un pie en Europa para quedarse como fabricante continental.

Se basa como sus hermanos en la plataforma modular TX1-SUV del Grupo, dotada de suspensión independiente McPherson delantera y de multibrazo trasero, de generosos frenos con ABS, control de tracción y dirección asistida electrónica. La carrocería del S700 de EBRO mide 4,55 metros de larga por 1,86 de ancha y 1,69 de altura, unas dimensiones contenidas para una distancia entre-ejes de 2,67, lo que da abundante habitabilidad interior. Y, como no carga pesadas baterías, su peso se queda en 1.593 Kg.

Por eso, su probado motor de 1.600 cc turboalimentado TGDI (de tercera generación) proporciona 147 CV, que son más que suficientes para mover con soltura el S700, incluso en carretera de montaña. Parte esencial de esa eficacia es debida a la acertada caja de cambios: una Getrag automática de doble embrague y siete marchas. Combinándola con el Modo de Conducción (ECO, Normal o Sport) adecuado, aprovecha al máximo la potencia y sin resbalamientos.

Si algo se echa de menos en el puesto de conducción es una opción de manejo manual del cambio, ya que no tiene levas ni posición “secuencial”. Eso sí, un original pomo de cristal tallado que nos hizo recordar –salvando las distancias- aquellos que se pusieron de moda en los años ’70. El botón giratorio de la consola permite cambiar de Modo de forma rápida y el volante también cuenta con botonería para “atajos” en sus brazos.

El resto de los comandos están agrupados principalmente en la pantalla digital. El EBRO S700 no podía contar sino con un enorme display curvado (bien integrado en un salpicadero sobrio y elegante). Está compuesto de dos pantallas sucesivas de 12,3” para el cuadro y el infoentretenimiento. Ambas de gran definición y dotadas de múltiples opciones gráficas que complementan el “head-up display” en la versión más equipada. Los controles de la climatización (que se extienden a los asientos delanteros) están fuera de la pantalla, para una mayor operatividad.

Interiormente, el S700 es muy luminoso por su superficie acristalada, que se complementa con un techo transparente operado eléctricamente, que se descapota. El gris y negro dominan el habitáculo, amplio y confortable. Los asientos delanteros son tipo “baquet” inspirados en la competición, de buen agarre y piel sintética. Y detrás, hay espacio más que sufriente para cabeza y piernas de los pasajeros posteriores. Además, hay un maletero de fácil acceso (¡con rueda de repuesto!) que oscila entre 500 y 1.305 litros.

El comportamiento en carretera es excelente, con suspensiones confortables pero escaso balanceo de la carrocería (lo que se traduce en comodidad para los ocupantes), rápida aceleración de su voluntarioso motor de aluminio, acompañado de cambios rápidos de su caja automática. Los consumos de gasolina se sitúan en torno a los 7 litros a los 100 Km.

En los próximos meses la gama EBRO se complementará con el SUV S800 de siete plazas y un tercero que aparecerá a final de año.Las motorizaciones también se ampliarán, con la llegada de mecánicas híbridas y enchufables (PHEV), dando entrada a variantes completamente eléctricas de batería a partir del año próximo. Para entonces, la fábrica de Zona Franca también será capaz de producir sus propias carrocerías y chasis. Y EBRO se compromete a ofrecer un rápido suministro de piezas de repuesto, con la apertura de un gran almacén central en Azuqueca de Henares.