La Región de Murcia es la zona de la península que registra un mayor número de episodios de lluvia de barro, que son precipitaciones acompañadas de aerosoles minerales, según se desprende del análisis que ha realizado la Delegación Territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Comunidad Autónoma. El operativo de trabajo se montó hace cuatro años, con la ayuda de estudiantes de Física de la UMU. La investigación ha permitido estudiar, a nivel nacional, la climatología sobre la ocurrencia de eventos de precipitación en forma de barro, según el portavoz de la Delegación de Aemet en Murcia, Luis Bañón. El último detectado fue el 22 de enero de este año, aunque en 2019 se registraron un total de 13 episodios y alguno de ellos implicaron varios días seguidos de lluvia de barro. En el análisis realizado se observó que a nivel peninsular, esta zona de la península es en la que más se registran este tipo de eventos. Aunque en Islas Baleares también es frecuente, Murcia es una de las zonas de España en las que más ocurre. Según Bañón, esta circunstancia se debe a la combinación óptima de intrusión de aerosoles minerales con la ocurrencia de precipitación, que hace que Murcia se vea afectada por este tipo de elementos. El estudio señala que los aerosoles que acompañan a la lluvia de barro son los de origen mineral, más concretamente los procedentes del desierto del Sahara. Según el estudio, "la principal fuente de aerosoles minerales atmosféricos son los desiertos del norte de África y con frecuencia, enormes parcelas de aire cargadas de dichos aerosoles se extienden sobre España". En ocasiones, estas intrusiones vienen acompañadas de precipitación, que toma el aspecto de lluvia de barro, viéndose afectados sectores de la agricultura o la industria fotovoltaica, entre otros. Llama la atención el informe en el hecho de que es Murcia y no Almería, que está más cercana al desierto, la que concentra un mayor número de este tipo de episodio. La estación peninsular con mayor frecuencia de lluvias de barro es la de Murcia, con 10 días al año, contrastando con la de Almería en la que solo se contabilizan la mitad. La investigación concluye que disponer de información sobre su ocurrencia y distribución es útil, dado que se han combinado los datos de precipitación observada en estaciones de la Agencia Estatal de Meteorología con los valores de espesor óptico de aerosoles sobre esas estaciones, tanto los reanalizados por el Monitoring Atmospheric Composition and Climate, MACC del European Centre for Medium-Range Weather Forecasts, ECMWF, entre 2003 y 2012, como los previstos por el Copernicus Atmosphere Monitoring Service, CAMS, del ECMWF, entre 2013 y 2017. Para la verificación se utilizaron datos de la campaña de observación de lluvias de barro llevada a cabo desde el observatorio meteorológico de Murcia de la Aemet entre 2016 y 2017. Los resultados muestran valores del número medio de días al año con lluvia de barro que oscilan entre 10 o más, al este del arco Melilla-Murcia-Baleares, hasta dos en zonas de Castilla León, Galicia, y gran parte de Canarias, donde son muy frecuentes las intrusiones de polvo, pero rara vez acompañadas de precipitación. En el conjunto de la España peninsular, Baleares y Melilla, el mes de mayo es de mayor frecuencia de lluvias de barro, mientras que en Canarias son agosto y septiembre.