Sociedad

Descubre El Palmar, el pueblo murciano que vio crecer al tenista Carlos Alcaraz

El territorio ha llamado la atención de diferentes medios internacionales tras el éxito del joven tenista murciano

Dedicatoria de Carlos Alcaraz a la cámara tras ganar un partido de tenis
Dedicatoria de Carlos Alcaraz a la cámara tras ganar un partido de tenisLa RazónLa Razón

Con alrededor de 24.000 habitantes, la pedanía murciana de El Palmar ha experimentado en los últimos años un crecimiento demográfico que sigue imparable. Se trata de un territorio en pleno corazón de la Región de Murcia que en los últimos meses ha visto incrementada su popularidad gracias a que el tenista y número uno del mundo, Carlos Alcaraz, ha puesto en el mapa la pedanía que le vio nacer, crecer y tener éxito. “Carlitos” ha presumido en más de una ocasión de sus raíces murcianas, y en El Palmar, la tierra que le ha apoyado desde el inicio de su carrera deportiva, conocen muy bien cómo es el joven murciano que ha conquistado el tenis a nivel mundial, tras ganar el Abierto de Estados Unidos.

Pero para conocer mejor al tenista, hay que conocer sus raíces. El Palmar, un territorio que pese a ser una pedanía es un “pueblo” para muchos, remonta su historia al siglo II a. C., cuando Cartago Nova era una de las más importantes ciudades de la Península Ibérica debido a su influencia portuaria. Según explica la cuenta en Twitter “Historietas de Murcia”, El Palmar surgió como “un lugar de descanso” para quienes acudían al puerto de Cartagena, y se encontraba además en un punto estratégico para desplazarse a otros destinos: Cartagena, Algezares o Lorca.

Un territorio, además, que ha llamado la atención de diferentes medios internacionales, especialmente después de que el joven tenista firmara orgulloso un “Viva El Palmar y Viva Murcia” el pasado mes de mayo sobre una cámara tras ganar a Alexander Zverev en Madrid.

Pero, ¿de dónde viene su nombre? Según explican en la red social, la teoría más aceptada es que se le da nombre por la gran cantidad de palmeras que recorre su superficie de poco más de 26 kilómetros cuadrados. Otras teorías, según algunos historiadores, señalan la influencia de la colombicultura durante la Edad Media en dicho territorio. Una zona que, además, atrajo a diferentes culturas a lo largo de su historia: íberos, fenicios, cartagineses, romanos y árabes utilizaron El Palmar como punto de vigilancia.

De esta forma, a lo largo de la historia estas culturas han dejado su huella todavía visibles hoy en día, suponiendo un gran atractivo turístico y patrimonial para los amantes de la historia, el medio ambiente y la naturaleza.

Entre sus fortificaciones se encuentra el Castillo de la Asomada, una fortaleza árabe del siglo XII que refleja el “máximo esplendor de la Taifa de Murcia”, así como el Castillo de Portazgo, un palacio fortificado de la época del Rey Lobo, que sirvió como refugio de ganado y caballerizas.

Un territorio en expansión

La pedanía de El Palmar también ha experimentado un crecimiento poblacional durante lo últimos siglos. Según la cuenta de Twitter, en el año 1587 tenía apenas 30 vecinos, y posteriormente se ubicó alrededor de una pequeña ermita donde hoy se erige la iglesia municipal. A medida que transcurrió la historia, y con la influencia política de diferentes épocas, en 1809 se expandió hasta los 5.000 habitantes.

Durante los siguientes 50 años el territorio sufre una serie de altibajos en lo relativo a su autonomía. En un primer momento, en el año 1821 se constituye un ayuntamiento que abarcaría otras zonas aledañas como Sangonera la Verde, la Seca y San Ginés, pero el Consistorio fue suprimido dos años más tarde. No obstante, se volvió a crear en 1836 y hasta 1854, momento desde el cual pasó a ser considerada una pedanía de Murcia.

Su crecimiento continuó con la llegada, en el año 1900, del tranvía a El Palmar. Ahí comenzó una nueva etapa municipal en la que se construyó el Teatro Bernal, y fue sede de grandes eventos de la época. Ya en la segunda mitad del siglo XX comenzaron a construirse más barrios dentro de la pedanía, diferenciando el territorio y dotándolo de unas características más propias de un pueblo, tal y como se considera hoy.

De hecho, en este territorio se encuentra el principal hospital de la Región de Murcia, el Virgen de la Arrixaca, y mientras que en el año 2000 había un censo cercano a los 16.000 habitantes, actualmente la cifra se eleva a los 24.000.