Obras de movilidad
El centro de Murcia se queda sin terrazas
El PP solicita un estudio socioeconómico que determine la afección real de las obras de movilidad en barrios, comercios y negocios de Murcia
La falta de planificación y de previsión «agobia» a un sector, el de la hostelería, duramente castigado por la pandemia, que tuvo que cerrar, y que todavía está curando las secuelas de lo que supuso la covid. De esta forma, la portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Murcia, Rebeca Pérez, cargó este jueves contra el Gobierno municipal del PSOE y Ciudadanos tras cumplirse el plazo de cinco días dado a los quioscos y hosteleros de las zonas afectadas por las obras de movillidad de la ciudad para que retiren sus terrazas, sin opción a que puedan reubicarlas en otros lugares y «conserven su medio de vida» mientras duren las obras, «sin dar más información».
Pérez, que ya había anunciado que presentaría la moción en el Pleno para que al menos se exonerase a los afectados del abono de la tasa municipal por instalación de mesas y sillas, recordó que estos proyectos de movilidad fueron aprobados en Junta de Gobierno «hace más de diez meses», pero insistió en remarcar que desde el Ayuntamiento solo se les concede «sin ningún tipo de contacto previo un plazo de cinco días para retirar todas sus pertenencias de la vía pública».
«Los propietarios están desesperados. No es fácil reorganizar un negocio en cinco días, ni gestionar las reservas y compromisos adquiridos con los clientes, gestionar con los clientes los pedidos programados. Y a ellos les ha abocado el Ayuntamiento a una situación límite».
Ante este escenario, la popular anunció que solicitarán la realización de un estudio socioeconómico que determine la afección concreta y real que tendrán las obras de movilidad en los barrios, pedanías, comercios y negocios de Murcia. «Hemos comprobado cómo no han sido capaces de acompasar el inicio de las obras con la retirada de las terrazas. Es un decreto generalizado».
[[H3:«Molestias puntuales»]]
Por su parte, la concejala de Movilidad Sostenible, Carmen Fructuoso (PSOE), lamentó que el PP recurra a las «miserias políticas», dijo, al utilizar las «molestias puntuales» que ocasionan, en general, todas las obras, para generar polémica.
La edil tildó de «locura» que se pida al pleno la suspensión de las obras, que ya se están ejecutando en diferentes puntos del municipio, porque ello supondría perder la financiación europea recibida para llevarlas a cabo.
Por su parte, el concejal de Programas Europeos, Juan Fernando Hernández (Ciudadanos), defendió que el Gobierno local ha mantenido diversas reuniones con los afectados, a los que se ha atendido personalmente, e insistió en que muchos de ellos no tendrán que paralizar su actividad a consecuencia de las obras.
Desde el grupo municipal de Vox, José Ángel Antelo ha centrado sus críticas no en este asunto concreto sino en lo que él denomina "Murcia central", proyecto que, según ha defendido, supondrá una "segregación por etiquetas" de los vehículos que podrán circular por el centro de la ciudad.
En cuanto a Podemos, Ginés Ruiz ha lamentado que el PP presente mociones similares sobre este asunto en cada pleno sin dejar clara cuál es su postura sobre movilidad, ya que presentan sus quejas pero no ofrecen un proyecto alternativo.
Al equipo de Gobierno le ha pedido que una vez que finalicen las obras, las ampliaciones de las aceras no se aprovechen para añadir más espacios para las terrazas, sino que se aprovechen esos espacios para el peatón.
La moción fue rechazada con 14 votos en contra (9 del PSOE, 4 de Cs y uno de Podemos, ya que la segunda de las concejalas del grupo está de baja) y 13 a favor (11 del PP y 2 de Vox, lo que generó cierto revuelo, ya que su portavoz, José Ángel Antelo, no estaba en la sala en el momento de la votación y no pudo votar.
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