Opinión

Franco, ese zombi

Todo el que no es Pedro Sánchez o alguno de sus muñecos es Francisco Franco. Empieza uno a estar cansado de que tenga que explicar que no es franquista, ¿acaso lo ha de decidir un tribunal en una Comisión de la Verdad? O que no es machista por no compartir la «perspectiva» de género, y que los liberales y los conservadores tengan que hacerse perdonar con una nota a pie de pagina, como si formaran parte de una tesis de corta y pega. Ya vale. La estrategia de radicalizar la política acabará estallando en la cara de sus desenterradores, que ahora buscan un botín electoral que a medio plazo puede volverse en su contra. Han despertado a la momia, a Frankenstein y al hombre lobo, pero, como en las películas de terror de la Hammer, los muertos llegan a tener vida propia. Un zombi. Les conviene sacar el espantajo de la derecha extrema.

Una irresponsabilidad que la Historia juzgará cuando llegue el momento. El 15M, azuzado por los socialistas, parió a Podemos. Veremos qué criatura llega al mundo en estos días y qué efectos tendrá para su progenitor, que es el propio PSOE, cuando la decepción y la melancolía inunde las almas que creían ganadas para su causa. Franco, ese hombre, ya no tiene capacidad para hacer daño, pero los legisladores poseen un potencial destructivo difícil de calcular. El Gobierno media con el Vaticano para que la momia no se entierre en La Almudena. La última ironía. Doctores tiene la Iglesia pero entre ellos no está Pedro Sánchez. Que empiece a rezar lo que sepa. ¿No querían Franco? Pues ahí lo tienen a no ser que el Papa que tanto gusta a Pablo Iglesias mueva la mitra. ¿O será Francisco también otro Franco?