Opinión

Los embajadores de la danza española celebran sus 40 años

Por Ainara Cacho (EFE)

Más vanguardistas que nunca, el Ballet Nacional de España celebra su 40 aniversario con una gira que le ha llevado por tres continentes, América, Europa y ahora Asia, demostrando que sigue muy vivo, con sus raíces de siempre, pero renovado y "con producciones muy arriesgadas".

Embajadores de la danza española, el Ballet Nacional de España (BNE) celebra su 40 aniversario bajo la dirección de Antonio Najarro, y lo ha hecho recorriendo tres continentes este año. Su gira por América y Europa culmina ahora por Asia, incorporando un nuevo estilo en los escenarios "con producciones muy arriesgadas, pero sin perder la tradición que encumbró a la compañía”, explica su responsable a Efe.

Una audición en 1978, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, donde fueron seleccionados por el primer director Antonio Gades 36 bailarines con el currículum en una mano y sus sueños en la otra, fue el nacimiento de este prestigioso ballet.

"La danza española no es sólo flamenco"

Ahora, una nueva conjunción estética se abre paso, según el director, quien asegura que el BNE actual "no es la típica imagen que se suele exportar".

"La danza española no es solo flamenco", defiende Najarro, "ahora el público se está yendo con una noción bastante amplia, ya que critica una poca predisposición con otros estilos que muy pocos están haciendo por que evolucione".

La gira internacional ha llevado al BNE hasta Nueva York, Miami y Colombia; a la localidad francesa de Blagnac; y a Asia, donde pasaron por Hong Kong, Shanghái y Japón.

En la última parada de su gira asiática, Japón, 42 bailarines reunieron al público nipón, entre el 19 y 28 de octubre, que fue testigo de una delicada armonía entre coreografías veteranas como Eritaña, de Antonio Ruiz Soler, segundo director del BNE, o nuevas como Alento.

Esta última, creada por Najarro y la música por el compositor Fernando Egozcue, que combina blues, jazz, soul con flamenco y danza española, presenta una estética a nivel coreográfico, de vestuario e iluminación "totalmente diferente", según describe su autor.

"El público se emociona igual con una coreografía de Antonio Ruiz Soler de hace 30 años que con una coreografía como Alento, de nueva creación", asegura Najarro, que con una línea artística más "vanguardista" pretende llegar a las "emociones más viscerales del público".

Las castañuelas, protagonistas

Alento, con "música inusual en un espectáculo de danza española", como explica Najarro, ha logrado que otro tipo de público, lejos del asiduo al teatro, se encuentre con que el BNE "está bailando con castañuelas de una manera muy virtuosa".

Las castañuelas también están presentes en la jota Viva Navarra, un estilo que "hacía muchos años que no se representaba en escena por un gran ballet y que, precisamente, ha sido un éxito total", subraya el director.

La conmemoración del aniversario de la compañía, en su paso por Japón, trajo a su vez una exposición fotográfica que repasa la trayectoria del BNE y resume su evolución en 36 imágenes, actualmente expuestas en el Instituto Cervantes de Tokio.

Con el común denominador de llegar a las "emociones más viscerales del público", Najarro, que lleva al frente del BNE siete años, ahora busca mantener al público de siempre “a la vez que seducimos a uno nuevo y, sobre todo, joven".

El afán por captar a este tipo de público ha empujado al BNE fuera de los teatros con iniciativas como el libro Bailando un tesoro, de Azucena Huidobro, publicado en 2016 y que busca su tercera edición; o el recién lanzado videojuego, con el mismo nombre, el primero de este estilo, y que están "ganando mucho el interés de los niños", apunta Najarro.

El bailarín y director defiende que el BNE hay que "actualizarlo, comercializarlo en el buen sentido de la palabra con calidad porque, en caso contrario, nos quedamos en nuestro grupo de élite de la danza española, pero la gente no se entera y se tiene que enterar".

Esta idea cobra forma en Electra, una creación del coreógrafo contemporáneo Antonio Ruz, quien “ha traducido" los registros de la danza española a un lenguaje contemporáneo, conducido a través del mito griego”, destaca Najarro.

De vuelta a España, el BNE celebrará una gala especial en el Teatro Municipal de Coslada, en Madrid, del 16 al 18 de noviembre, en la que se presentará una selección de las mejores coreografías de todas las ediciones de los bailarines del BNE y al que acudirán también coreógrafos internacionales para impartirles clases magistrales.

Finalmente, el Ballet Nacional de España culminará su gira en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, del 8 al 23 de diciembre, donde comenzó todo, y se homenajeará a los antiguos directores con las coreografías más emblemáticas de la historia de la compañía recordando que "sigue muy viva", según su responsable.

“La unión de bailarines tan excelentes y polifacéticos pueden asumir cualquier tipo de estilo y queremos remover más todo esto, decididos a convertir la danza española en un referente de estilo en todo el mundo", concluye Najarro.