Opinión

Neomachismo

Que nos están matando es un hecho. Y que no acertamos a pararlo, también. Así que la reacción de Vox contra la defensa de las mujeres es desconcertante. Como me niego a pensar que cientos de miles de hombres han retrocedido al estado neardental, conviene detenerse en cierta queja masculina.

Soy feminista, pero reconozco que hay cosas que se han hecho mal. Es inaudito que la pena en España por agredir a otra persona sea delito en el varón y mera falta en el caso de la mujer. La Constitución recoge que no se puede discriminar por el sexo. Eso habría que corregirlo por razón de igualdad.

Los cambios que se quieren introducir en Andalucía incluyen, por ejemplo, el desprecio sexista en internet contra las mujeres, que se tipifica como violencia de género. ¿Acaso no deben ser los hombres protegidos de la misma manera contra las vejaciones e insultos?

En segundo lugar, las denuncias falsas están haciendo mucho daño. Debieran tener un castigo ejemplar, porque llevan a perder la fe en el sistema protector.

Creo que el problema estriba en querer utilizar la muerte de las mujeres como excusa para una ofensiva ideológica. La lucha contra la violencia ha de ser un esfuerzo común, no un instrumento para aplicar la lucha de clases marxista y enfrentarnos. Por otra parte, hemos asistido a muchas insensateces. Por ejemplo, la persecución de los hombres que abren las piernas en los autobuses. Estas tonterías fomentan un neomachismo que no nos interesa ni a unos ni a otras.