Opinión

Bonita, la canción del verano no es machista

Golpe en seco a los altavoces oxidados del #Metoo. Esos que hablan de oídas sobre maltrato y cosificación de la mujer pero que no se enteran de que el lenguaje y las normas de los «millennials» no son lo que ellos traducen. Por favor, que alguien les regale un diccionario posmoderno de verdad. Lo mismo que cuando nuestros abuelos llamaban piojosos a los Beatles. La canción más reproducida del verano en Spotify ya no es una parodia de Georgie Dann o de Mocedades. Aquí hablamos en serio, hermana. Bad Bunny triunfa con «Callaíta». «Ella es Callaíta, pero pal’ sexo es atrevida», dice la letra que el puritanismo feminista ha interpretado como una bofetada. 240 millones de reproducciones. Bunny fue crucificado por «Soy peor», la canción de amor más salvaje del año pasado, una puesta al día de las de Manuel Alejandro en la voz de Rocío Jurado. Una contestación despechada al desengaño a la manera de hoy. «Sigue tu camino que sin ti me va mejor/ ahora tengo a otras que me lo hacen mejor/ si antes era un hijo de puta, ahora soy peor,/ ahora soy peor, por ti». Poesía bruta tirada con balas de verdad, no las de fogueo de los románticos ñoños. Cuando Bunny rodó un vídeo contra el maltrato, la comunidad censora se le echó encima. No se lo creían. Piensan que eso de querer yacer con varias mujeres a la vez es una manada cuando solo hay que cambiar la n por la m. Fácil. A su amiga Kenny G. le cambiaron una estrofa en Operación Triunfo porque rezaba «A mí me gustan más grandes/ que no me quepa en la boca». Lo cantaba una mujer. Daba igual. El sexo está prohibido. No el que no es consentido. Todo.

Daddy Yankee (otro candidato a la reeducación maoista) colabora con Bunny en la segunda canción más escuchada, «Soltera»: «Porque no quiere que nadie le vuelva a fallar/ beber, joder, no se va a amarrar». Parecería un canto a la liberación femenina que ni Simone de Beauvoir, pero nada, también dicen que tiene un tufo machista que tira para atrás. En la cuarta posición de la lista infame, Bunny, con J. Balvin (con el que Rosalía triunfó en los MTV; Rosalía que es emblema de mujer poderosa) y Jhay Cortez cantan «No me conoce»: “Se hace la que no me conoce/ pero en mi cama se vuelve un vicio como a las cinco doce».

O sea, todos los éxitos del verano han sido tan depravados que cualquiera diría que los chiringuitos han sido un remedo de Sodoma y Gomorra machirulo a punto de prohibición por Carmen Calvo. Las señoritas Rotenmeyer no saben lo que es «perrear» y alguien tendría que explicárselo antes de que sus ideas ingresen en el geriátrico.