Madrid, a la cola

Madrid, castigado sin salir. Que no digo yo que no haya razones, que por esperar una semana no pasa nada. Ok, aceptemos pulpo como animal de compañía, transijamos con quedarnos a la cola de la salida de la crisis económica, que de eso se trata también. Al fin y al cabo hemos sido el epicentro de la pandemia. Lo malo, como siempre, es el tufo a ideología.

La dimisión de la directora de Salud Pública, Yolanda Fuentes, ha revelado que en el gobierno local se pelearon los de la salud y los de la economía. Feo asunto, porque una y otra disciplinas apuntan a lo mismo, la supervivencia de las familias. Que hay mucha gente ya en la miseria. ¿O es que los que critican a las empresas creen que el empleo nace en los árboles? Por otra parte, los insultos de Iglesias a Ayuso, acusándola de querer «hacer propaganda» de la salida del confinamiento, dejan claro que el vicepresidente piensa siempre en su carrera. Dime de lo que presumes.

La derecha quiere que odiemos a la izquierda porque nos ha prohibido ir a las terrazas. La izquierda pretende que ama y cuida más a sus votantes. Que piensa en su salud mientras los «otros» se centran en el dinero. Tonterías. Ni unos ni otros nos aman. Sería bueno quitarse tanta caspa de encima, aunque sólo fuese para llevar con paciencia el no ver a nuestros padres o saber por qué merece la pena seguir jugándonos el pan.