Comunidad de Madrid

El gran hospital Isabel Zendal

Los ataques tienen que hacer que Ayuso se sienta todavía más orgullosa de su obra

La inauguración de un nuevo centro hospitalario es siempre una magnífica noticia. Por ello, hay que celebrar el esfuerzo realizado por el gobierno madrileño, las empresas y los profesionales que han participado en la construcción del Hospital «Enfermera Isabel Zendal». Ayuso lo inauguró acompañada por Martínez-Almeida y otras autoridades. Lo más sorprendente es que no estuviera Pedro Sánchez. En el caso de Illa lo entiendo, porque no es el más listo de la clase y prefirió perder el tiempo de oyente en el consejo de ministros. Esto lo digo expresamente, porque la intensidad de las deliberaciones debe ser el mejor somnífero. No me cuesta imaginar la profundidad de las aportaciones de Garzón sobre consumo o las elucubraciones del pintoresco Castells, suponiendo que se acuerde que está en España y no paseando por una playa californiana. En el caso de Illa me recuerda al típico profesor plúmbeo que te podías dormir sabiendo, además, que nunca pasaría de asociado. En cualquier caso, resultaba sensato imaginar que acudiría a la cita teniendo en cuenta la segunda ola de la covid-19 así como muestra de respeto por el esfuerzo realizado por la comunidad madrileña.

Es verdad que hay ausencias que sólo restan mérito al que las protagoniza y el acto brilló, como no podía ser menos, con una gran intensidad. Uno de los asistentes me comentaba irónicamente que mejor que no estuviera, porque está convencido de que no solo es cenizo sino gafe. No acostumbro a dar pábulo a este tipo de ideas pintorescas, pero conociendo su trayectoria me hace dudar. Sánchez ha estado poco hábil, cosa que me extraña, ya que tendría que haber acudido mostrando su solidaridad con el sufrido pueblo madrileño. Hubiera mostrado, además, que tiene voluntad de colaboración institucional. Era una foto perfecta. Entrando en lo importante, una vez constatada la torpeza gubernamental, este hospital es una extraordinaria aportación al sistema sanitario, no sólo madrileño sino español. En cierta forma me recuerda las descalificaciones que recibió la UME cuando fue creada por Zapatero y actualmente nadie duda de que fue un acierto. Contar con un centro sanitario de estas dimensiones permite afrontar con éxito situaciones excepcionales como una pandemia, al margen del uso que tenga dentro del sistema sanitario. No me ha llamado la atención que los wiki-expertos en sanidad, algún sindicato y la oposición se hayan lanzado a la crítica fácil. Por supuesto, estos ataques tienen que hacer que Ayuso se sienta todavía más orgullosa de su obra. Y ha sido una idea excelente que tenga el nombre de una gran enfermera.