Opinión
El coronavirus ya tiene juego de mesa
Si las familias españolas jugamos a esto en 2021, significará que hemos pasado ficha y la covid-19 se ha convertido en un juego
Llegaron las Navidades más extrañas y con menos aforo familiar de la historia reciente. Se podría hacer una larga lista de todo lo que ha cambiado. Y una muy dolorosa con todos los que no pudieron celebrar estas fiestas debido al coronavirus: 49.000 fallecidos, 2.000 personas en las UCIs. Añadamos los españoles que debido a test, cuarentenas y otras restricciones de movilidad no pudieron volver a casa por Navidad. Por no hablar de los que apenas encuentran motivos para festejar, pues la inestabilidad económica y el cierre de su negocio les ha impedido brindar con algo que no sea agua. Suficientemente agrio y deprimente ha sido ya este año que en tres días, por fin, dejamos atrás.
Eso sí, se podría decir que ha sido la Nochebuena más pacífica en años. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, mis compañeros destacaron que las reyertas y agresiones se redujeron un 47%, los accidentes de tráfico un 67%, los incendios un 70%, las infracciones de tráfico un 96% y las intoxicaciones etílicas un 70%. Ha sido una noche más de solitarios que de juergas o discusiones familiares. Uno de los entretenimientos que aún no ha llegado a España es el que inventaron cuatro hermanas alemanas durante su primer confinamiento en Wiesbaden. Se llama «Corona» y gana quien compre todos los productos de la lista de la compra de un vecino anciano en aislamiento por el virus. Hay tarjetas que se van recolectando y que se pueden intercambiar. Pero también, al igual que en esta pandemia, surgen muchos obstáculos. Te puedes contagiar del SARS-CoV-2 que te deja en cuarentena y pone en pausa tu partida. O que haya acaparadores que han ido al supermercado antes que tú y se han llevado todo el papel higiénico –o se han comido toda la pasta–. Las hermanas Schwaderlapp trabajaron todas las tardes de aislamiento en esta genialidad para cuatro jugadores. «El principio básico es de solidaridad», ha explicado Sarah, de 20 años a Reuters. Y como en la vida, «cada uno de los jugadores puede decidir si quiere cooperar con los demás o hacerles las cosas más difíciles». Y, por ejemplo, «bloquearles su camino con virus». Las hermanas fueron añadiendo tarjetas y reglas inspiradas por las propias noticias. De ahí que tengan protagonismo los compradores que, presas del pánico, arrasaron con las baldas del supermercado. O los conciertos desde los balcones con los que los italianos animaron a los vecinos.
Impresionado por la emoción y dedicación de sus hijas, Benedikt Schwaderlapp decidió contratar a un artista para que diseñara el logo, las tarjetas, el tablero y la caja y así comercializarlo. Ya han vendido más de 2.000 ejemplares. La nefasta pandemia ha generado un pasatiempo solidario perfecto. Si las familias españolas jugamos a esto en 2021, significará que hemos pasado ficha y la covid-19 se ha convertido en un juego.
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