Opinión

Gracias a Dios y no al Gobierno

No entiendo por qué el Gobierno, tan aficionado a la propaganda, no ha lanzado una campaña de apoyo a la vacunación

Alos anticlericales, que todo lo politizan y les gustaría extirpar cualquier idea religiosa, aunque son más valientes contra el cristianismo que contra el islamismo, no les habrá gustado que Araceli Rosario Hidalgo haya dado las gracias a Dios tras convertirse en la primera española vacunada contra la covid-19. A sus 96 años ha demostrado que nos tenemos que vacunar y cuanto antes mejor. En mi condición de hipocondriaco confeso siento que tengo que sumarme sin reservas y animar a que logremos la tan ansiada inmunidad de rebaño, que término más espantoso, que impida que la pandemia siga formando parte de nuestras vidas.

Hay que dar gracias a Dios, a los científicos y a las empresas farmacéuticas, así como a los esfuerzos de los gobiernos, que se mantienen con nuestros impuestos y no somos vasallos a los que conceden sus gracias como si estuviéramos en un régimen feudal, y a las instituciones internacionales. Este enorme esfuerzo colectivo permite que veamos la luz al final del túnel. Siento utilizar una de esas frases tan manidas pero es una licencia aceptable. Por otra parte, es bueno recordar que no ostentamos la condición de vasallos, porque los gobiernos, no importa el signo político, tienen una tendencia excesiva a la propaganda y la autocomplacencia.

No han hecho más que cumplir con su deber, a veces con falta de pericia y exceso de voluntarismo, pero ahora llega el optimismo y el maná del dinero europeo que esperemos no se despilfarre como en su día se hizo con el Plan E. No entiendo por qué el Gobierno, tan aficionado a la propaganda, no ha lanzado una campaña de apoyo a la vacunación utilizando famosos para arrastrar a los escépticos, que siguen siendo un porcentaje demasiado alto de la población.

Es una buena oportunidad para utilizar el enorme prestigio de Felipe VI, como se ha demostrado con el Mensaje de Navidad, poniéndose la vacuna, así como la reina y sus hijas. Me gustaría ver al presidente del Gobierno y a los miembros del gabinete haciéndolo. Es lo mismo que cuando se hace una campaña de donación de sangre y los famosos se apuntan para sensibilizar a la población. Estoy convencido de que en este caso, numerosos escritores, actores, músicos, pintores… lo harían sin ningún reparo.

Me sorprende que un gobierno tan encariñado con los efectos propagandísticos y con el enorme apoyo mediático que cuenta, no haga una campaña de estas características. Espero que Sánchez reflexione, porque aún está tiempo y haría un gran servicio a nuestro país.