Podemos
La ineficacia ante la vacunación
Al final seguiremos fastidiados en España, el PSOE se mantendrá sólido en las encuestas y como colofón final una gestión económica catastrófica que ha sido incapaz de paliar la debacle que sufrimos
No me extraña que el gobierno socialista-comunista viva en el mejor de los mundos contemplando sus buenas expectativas electorales, porque su errática e incompetente gestión en la pandemia no le produce ningún desgaste. Es verdad que Iglesias y Podemos están en declive, algo que alegra al inquilino de La Moncloa, pero sigue sumando con sus indeseables aliados comunistas, antisistema, independentistas y bilduetarras. En cualquier empresa serían fulminantemente despedidos, pero los «accionistas» de España S. A., con un PIB de 1,13 billones de euros y 47 millones de empleados, por no decir vasallos, al servicio de Hacienda, somos muy generosos con los responsables de los aspectos desastrosos y evitables que hemos vivido desde el inicio de la covid-19.
Hay que partir de la base de que la eficacia comunicativa gubernamental es espectacular y digna de ser estudiada en las mejores universidades y escuelas de negocios del mundo. En primer lugar solo le interesa convencer a sus votantes potenciales, mientras que el resto le importa un pepino. Los mensajes van dirigidos, con eficacia, a consolidar esa base electoral que le permitirá mantenerse, al menos, un par de legislaturas más. A esto hay que añadir que nos han convencido de que es una epidemia mundial y que no se puede hacer más de lo que se hace. Y hay que felicitarles, porque lo han conseguido.
Ahora tenemos el desastre de la vacunación y no pasa nada. Al poner por delante la propaganda, el presidente del Gobierno anunciaba hace unos meses a todos los que le querían oír, que éramos todos, que tendríamos hasta seis vacunas para Reyes. ¡Qué mejor regalo podía llegar en una fecha tan señalada! No es culpa de Sánchez, por supuesto, sino de confiar en los que le dieron esos datos tan irresponsablemente optimistas.
La realidad es que tenemos una y parece que está llegando la segunda, pero se ha tenido que paralizar varias veces la vacunación porque hay ruptura de stock, dicho irónicamente, y no pasa nada. Otros países, como Israel, no están teniendo ningún problema y ya están vacunando a los adolescentes. Luego esta esa arrogancia que tenemos los europeos, ya que nos consideramos superiores a rusos y chinos, que tienen sus propias vacunas, y sus campañas funcionan a muy buen ritmo.
Al final, seguiremos fastidiados en España, el PSOE se mantendrá sólido en las encuestas, saldrán nuevos pícaros «nacidos para ser vacunados» y como colofón final una gestión económica catastrófica que ha sido incapaz de paliar la debacle que sufrimos, porque no han dado ayudas directas como en otros países.
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