Opinión

¿Se enfrentará Planas a Ribera?

¿Alguien se imagina a Luis Planas, a la sazón ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ha pasado con más pena que gloria en todos los puestos que ha desempeñado a lo largo de su larga carrera política, manteniendo un enfrentamiento con su jefa Teresa Ribera, a la sazón ministra para la Transición Ecológica y vicepresidenta cuarta del Gobierno? La verdad es que conociendo la trayectoria de Planas, yo no lo contemplo. Lo cual significa que los agricultores y ganaderos, salvo gran sorpresa, pueden darse por fastidiados. Lo sucedido con la prohibición de cazar el lobo en toda España es tan solo un aperitivo de lo que está por llegar. Ya se pueden ir preparando las organizaciones porque el baile no ha hecho más que comenzar.

En este contexto, habrá que recordar algo que es esencial, pero que parece haberse perdido de vista en los últimos tiempos. A partir de 2023 entrará en vigor la nueva PAC y el instrumento fundamental de la misma, que es el llamado Plan Estratégico Nacional; dentro de él se recogen los llamados ecoesquemas. Andan los del Ministerio de Agricultura y los de las comunidades autónomas enfrascados negociando el diseño de ambos, pero resulta que en estos puntos clave y otros muchos habrá que consensuar lo que se mande a Bruselas con Teresa Ribera y su equipo. Porque, se quiera ver, o no, «lo verde» ha quedado por encima de «lo agrario» en lo que se decidió en su día en la capital comunitaria.

Por si todo lo anterior no fuese suficiente, aunque la política de regadíos depende teóricamente Agricultura, la realidad es que la de aguas, elemento sin el que no hay riego, está en el de Transición Ecológica, porque Planas se la dejo arrebatar. Con lo cual también depende de lo que diga y hagan Ribera y Hugo Morán, el secretario de estado de Medio Ambiente, otro que tal baila. En su perfil de una de las redes sociales que utiliza, Planas tiene escrito lo siguiente: «mi lema: nunca te rindas». En su caso no hace falta rendirse, porque está en huida permanente. Pagarán la factura los agricultores y ganaderos españoles.