Opinión

Boicot a la SEAT en Martorell

Sánchez sale debilitado con Esquerra en la oposición

La SEAT es un icono de la industria automovilística en España y en el mundo, a donde exporta gran parte de su producción. También es un factor de desarrollo industrial y creación de empleo de relevante importancia, como acreditan sus cifras. Franco inauguró en 1955 la primera factoría de la SEAT en España, concretamente en Barcelona, contribuyendo así de singular manera al desarrollo de Cataluña, como demuestra la fotografía de portada y el contenido del libro «Los números de Franco».

La globalización comporta numerosas deslocalizaciones de empresas que buscan mejores destinos para sus plantas de producción, y la Volkswagen no es ajena a esa tentación. Por ello, es una noticia muy positiva, máxime en los actuales momentos de enorme crisis, la presencia del Rey en Martorell en el acto del viernes, acompañado del presidente del Gobierno y con la presencia de la cúpula de la multinacional alemana garantizando grandes inversiones para potenciar la fabricación del coche eléctrico en esa planta.

Mientras los presidentes de Aragón y Galicia se duelen de no ser favorecidos en la decisión, los mandarines autonómicos y el socio podemita de Sánchez hacen el boicot a la visita. Si con la constitución del Parlament esta semana se consuma el pacto para el nuevo Govern con la CUP de árbitro, se coloca el futuro de Cataluña en esas manos, y proseguiremos en el «rumbo de colisión con el Estado» que comenzó en 2013. Sánchez sale debilitado con Esquerra en la oposición y el fracaso de su apaciguamiento.