Cultura

Si escribes haber con hache, eres más guapo

Escribe con faltas en Tinder. Así siempre podrás seguir pensando que si no te comes una rosca, no es por tu cara.

Cada vez que escribo «hay» me repito la frase que aprendí en el cole: «Ahí hay un niño que dice ay» para saber dónde encaja mejor y no equivocarme con una palabra llena de trampas. Está llena de trampas nuestra ortografía. Eso si no nos metemos en el asunto de las comas, que uno intenta ponerlas con algo de criterio al principio de los textos, pero ya en la parte final van cayendo donde buenamente pueden porque el criterio dura lo que dura. «Una coma que te ayuda te pone el abrigo y los zapatos hace que no vivas la vida tan activamente como deberías», citaban en la Vanguardia a Gertrude Stein. Venía a decir que era el lector el que tenía que decidir dónde parar para tomar aire. A mí me da miedo que el lector pare. A ver si luego no sigue.

Uno de los temas que más lectores tienen en internet son los que resuelven las dudas ortográficas más comunes: porque o por qué, a ver o haber, sino o si no. Y en las habituales broncas de las redes sociales, cuando uno empieza a perder la discusión (porque el asunto no es tener o no tener razón, el asunto es ganar la discusión) recurre a buscar las faltas en el texto que ha escrito el otro. Y si rebuscas, no es difícil encontrarlas. Bien por desconocimiento o bien por la prisa con la que escribimos.

Hay algo elitista en eso de presumir de escribir sin faltas porque es probable que no sea más que una cuestión de haber podido estudiar o no. Fue García Márquez el que más duro atacó la ortografía: «Firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver».

Pero claro, es que García Márquez no conoció el Tinder.

Según las profesoras María del Carmen Méndez Santos, de la Universidad de Alicante y Esther Linares Bernabéu, de la Universidad de Navarra, las faltas de ortografía son uno de los motivos para que no te hagan «match» en esa red social de ligues.

Según el estudio, «el 82% de las mujeres descartan a aquellos posibles ligues que no escriben correctamente», mientras que en el caso de los hombres, se reduce al «42,2%». Un porcentaje que, conociendo a mis congéneres, me hace tener muchas dudas del estudio. A ver si ahora van a tirar más dos eles bien puestas que dos carretas.

Hace tiempo se puso de moda una frase: «Si no tiene libros, no te lo tires», que en fin quiero verte yo en casa de Brad Pitt una noche poniéndote a buscar un libro desesperadamente.

Mi consejo, amigos: escribe con faltas en Tinder.

Así siempre podrás seguir pensando que si no te comes una rosca, no es por tu cara.