Política

Susana contra Pedro

Susana es la mejor candidata para el PP, porque garantiza una victoria clara y contundente como sucedió con Gabilondo en Madrid

Las primarias en el PSOE andaluz se han convertido en un pulso de Susana Díaz contra Pedro Sánchez. Es una lucha sin cuartel en la que solo puede haber un vencedor. Al margen de las ambiciones personales, la realidad es que estamos ante una venganza de la expresidenta de la Junta que puede causar graves perjuicios al presidente del gobierno. No quiso una salida digna, como ser ministra, que hubiera permitido una renovación sin desgaste o riesgos. En caso de derrota, seguirá siendo la secretaria general, porque solo se elige al candidato a las elecciones autonómicas, y soñará con que a Espadas le vaya mal para protagonizar el último acto de este drama político. En cualquier caso, le quedará la opción de intentar el asalto a la presidencia de la diputación de Sevilla tras las próximas municipales. Tras la victoria de Ayuso y la derrota socialista del 4-M, lo que menos le conviene a Sánchez es que su enemiga se vea reforzada en la organización más importante del PSOE. Es verdad que Susana es la mejor candidata para el PP, porque garantiza una victoria clara y contundente como sucedió con Gabilondo en Madrid. No hay que olvidar que es un fiel exponente del pasado y además todos recuerdan que quería abandonar el palacio de San Telmo, que se le quedaba pequeño, para conseguir La Moncloa. Al final perdió uno y no consiguió el otro.

Sánchez quería renovar el partido en aquellos territorios donde era necesario incorporar candidatos nuevos capaces de sacar un buen resultado como sucedió con Illa en Cataluña. La realidad es que Andalucía, su tradicional granero de votos, se ha convertido en un problema para el PSOE y una gran oportunidad para el PP, porque se puede repetir un escenario parecido al de Ayuso en Madrid. Moreno ha sabido gestionar con acierto y tiene un sólido prestigio, mientras que Susana representa el pasado de los ERE, el caciquismo y la ineficacia. Por ello, la candidatura de Espadas significa la renovación avalada por su gestión al frente de la alcaldía de Sevilla. Los militantes socialistas tendrán que elegir este domingo entre apoyar a Susana y causarle un grave problema al secretario del PSOE y presidente del gobierno o apostar por un candidato nuevo que les permita soñar con recuperar San Telmo.