Opinión

La «madre del cordero» de la PAC

Califica Luis Planas su negociación de la nueva PAC de gran, gran éxito. Sin embargo, las reacciones de la mayor parte de las organizaciones agrarias destacan todo lo contrario, e insisten en que nos encontramos ante una PAC peor que la actual. La verdad es que el balance final está muy lejos del triunfalismo gubernamental. De momento, habrá en España, a la hora de la verdad, menos dinero del que ha existido para la PAC en el periodo 2014-20.

Las nuevas reglas del juego fijadas para el conjunto de los Estados miembros nos dejan una PAC más verde, en la que el factor productivo ha pasado a un segundo plano. Este hecho se registra curiosamente un año después de que la cadena agroalimentaria demostrase su eficiencia en toda la UE durante los primeros meses de la pandemia, cuando los consumidores se volcaron en los supermercados para abastecerse de alimentos. Mientras la cadena de aprovisionamiento sanitaria europea hizo aguas por todos los lados (falta de mascarillas, guantes...), la agroalimentaria se enfrentó a una situación de gran tensión y garantizó el abastecimiento. Pues bien, en lugar de aprovechar esta situación crítica para fomentar el mayor grado posible de autoabastecimiento de alimentos, con la nueva PAC se camina en sentido contrario y la actividad productiva agrícola y ganadera pasa a un segundo plano.

Al principio del proceso negociador se dijo que íbamos hacía una PAC más simple. El resultado es muy diferente, porque nos encontramos ante unas reglas del juego todavía más complicadas, algo que parecía imposible, y que repercutirán sobre los beneficiarios de las ayudas y sobre las Administraciones responsables de la vigilancia. Podría seguir desgranando más argumentos para desmontar el triunfalismo gubernamental pero me limitaré a desear que ¡ojalá no tengamos que enfrentarnos un día ante una situación de desabastecimiento! En este punto, al que no se ha dado importancia, está «la madre del cordero» de la nueva PAC.