Tomás Gómez
Manipular el CIS
La fortaleza de Sánchez reside en la insolvencia de Casado, pero su mayor debilidad es la imagen que se está forjando
Los datos sobre turismo correspondientes a los primeros cinco meses del año, se situaban un 82% por debajo del nivel en el año 2020. La mayor parte de las esperanzas de crecimiento de la economía se centran en el comportamiento que tenga el sector este verano.
Está por ver como afectará la quinta ola de la pandemia. Pese a haber vacunado al 53% de la población con pauta completa, los ingresos hospitalarios y los fallecimientos se están disparando. Se sabe que el control del virus es el requisito previo a la recuperación económica y que la mejor medida contra es la vacunación. Pero, mientras que la aceptación de la vacuna ha sido mayoritaria por las personas mayores y de mediana edad, está habiendo un problema con los más jóvenes.
No solo se muestran más reticentes a recibir la inmunización sino que, en numerosos casos en los que existe contagio o han tenido proximidad física con positivos, tienen reticencias tanto a dar información sobre quienes han sido contactos estrechos e incluso a cumplir con las cuarentenas impuestas.
Todo esto puede dificultar el control en materia de salud pública y agravar los problemas económicos. Es normal, por tanto, que la primera preocupación de los españoles sea la crisis económica, por encima del paro o de la pandemia.
Las próximas elecciones se van a juzgar en clave económica. Si la sentencia del Tribunal Constitucional ha sido tan controvertida no es solo porque jurídicamente es dudosa y reinterpretable, sino porque la mayoría hará responsable a Sánchez de los daños económicos que supuso el confinamiento.
Díaz Ayuso ganó porque se erigió como adalid de la apertura de la hostelería y de la eliminación de restricciones. Lo que le hizo ganar adeptos no fue un sentido de la libertad enfervorizado, sino el respiro para los pequeños negocios y el empleo que suponía.
Pablo Casado no tiene esa intuición natural y su miedo a que Abascal siga mermándole electoralmente le lleva a cometer errores como el muy comentado encuentro con Arias Salgado y uno de los fundadores de Vox, Camuñas. Si el líder popular cree que va a arañar votos en la extrema derecha aplaudiendo sus posiciones se equivoca, solamente servirá para afianzarles en sus razones.
La estrategia de Sánchez consistirá en la recuperación económica, pero fiarlo solo a eso entraña el peligro de que las expectativas económicas no sean las esperadas, por eso alimentará la confrontación de los bloques. En esa clave hay que interpretar la utilización que se hace del CIS. Los sondeos electorales sirven para dos cosas, bien para medir la realidad electoral en un momento determinado, bien para crear una ilusión que genere una nueva opinión social.
Los estudios que hace y publica el CIS están achicharrando el prestigio de la institución por el módico precio de generar un espejismo. La fortaleza de Sánchez reside en la insolvencia de Casado, pero su mayor debilidad es la imagen que se está forjando y, en ello, manipular el CIS no le ayuda.
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