Gobierno de España

El Gobierno, devorado por su demagogia

Durante los últimos días la demagogia del Ejecutivo se está empezando a volver en su contra. Tomemos dos ejemplos recientes: la indexación de las pensiones al IPC y el precio de la luz

Una de las tácticas políticas más empleadas por los miembros de este Gobierno ha sido la demagogia financiera: a saber, prometer aquello que no era económicamente responsable prometer con la esperanza de llegar al poder sin tener que hacer frente a sus compromisos. Sin embargo, durante los últimos días la demagogia del Ejecutivo se está empezando a volver en su contra. Tomemos dos ejemplos recientes: la indexación de las pensiones al IPC y el precio de la luz. Empecemos con las pensiones: PSOE y Podemos prometieron que era del todo viable reindexar las pensiones al IPC porque, sin decirlo explícitamente, pensaban que la inflación se iba a mantener baja durante los próximos años, de modo que esta medida no iba a implicar un sobrecoste presupuestario significativo. Tan es así, que su previsión de inflación para este año era del 0,9%. De momento, empero, los planes no están saliendo como se esperaba y el IPC ya ronda el 4%: eso significa que el sobrecoste para las arcas públicas de esta desviación rondará en 2021 los 4.000 millones de euros (y otro tanto si se quiere compensar por la inflación a los empleados públicos). Una factura que se volverá extraordinariamente onerosa si tenemos que asumirla todos los años (¿qué pasará si la inflación vuelve para quedarse?). Los compromisos del Ejecutivo bien podrían terminar disolviéndose como un azucarillo por mera supervivencia financiera: no puede asumirse un alza de gastos de esta magnitud todos los años. Y otro tanto puede decirse de la factura de la luz. Sánchez nos prometió algo que no debía prometer: que la factura de la luz a finales de este año sería igual a la media de 2018. Para eso, rebajó algunos de los componentes regulados de la factura eléctrica: pero si el precio del gas (que Sánchez no controla) sigue subiendo, entonces será imposible cumplir con esa promesa. Pues bien, durante los últimos días, el efecto de las medidas que adoptó Sánchez ya se ha difuminado prácticamente por entero: el precio medio diario del PVPC se ubica en 0,245 céntimos por kWh. A niveles de principios de septiembre, cuando la factura ya resultaba preocupantemente alta. De nuevo, no deberíamos prometer aquello que no está en nuestras manos cumplir.