Opinión
La vuelta a la vida
Dicen que el cerebro humano genera neuronas toda la vida y esto me congratula. También se ha demostrado la existencia de células madre en los adultos. Con esto podemos concluir, sobre poco más o menos, que lo que llamamos la madurez no es el comienzo del ocaso y que hay más vida a pesar de las patas de gallo. De hecho gente extraordinaria rechaza la vejez porque, como bien dijo Picasso, el que nace joven lo es para toda la vida. La Reina de Inglaterra, que me encanta, ha rechazado el premio Anciana del año, otorgado por la revista The Oldie, una publicación dirigida a personas mayores. Ella no se considera vieja porque no se siente vieja. Yo tenía unas tías, hermanas de mi madre, que eran unas carcamales, más añejas que matusalén. Mi hermana y yo nunca las vimos provectas. Nos parecían divinas siempre vestidas juvenilmente en tonos pastel, un poco como la Reina Isabel, monísimas y simpáticas, cuya edad, junto con la de nuestra madre, era secreto de Estado. Los cumpleaños nunca se celebraban y a duras penas sabíamos las fechas. Una de ellas se casó por primera vez a los setenta años (yo no seguí su ejemplo, ciertamente, pese a ser mi madrina de bautismo). Y es que la juventud se lleva en la mente, no en el carnet de identidad. Siempre es buen momento para una vuelta a la vida o, más bien, a la vitalidad, o, mejor dicho, para seguir viviendo a tope sin que nada nos lo impida, por fuerte o por alto que sea el obstáculo.
Estamos volviendo a la actividad mundana, a los actos, a los premios presenciales, y esto nos hace sentir robustecidos, al menos a esta que suscribe, que en los últimos días ha ido de un lado para otro a presentaciones y a entregas de premios. Del Premio Planeta –una edición para recordar por ser su número setenta-, a la entrega de los premios de la revista Interiores, del mismo grupo editorial (que nos ampara a los escritores de buena voluntad) bajo la batuta de la gran Laura Falcó Lara, nieta del fundador a quien conocí siendo casi una pipiola.
También asistí a la presentación de la nueva etiqueta de Mar de Frades, un vino que se deja beber con soltura por su frescor, su color y su sabor. Lo organizaba Sandra Andújar, cabeza visible de Elite Excellence, o, lo que es lo mismo, la Federación Española del Lujo, con una exquisitez digna de una persona como ella, tanto por la puesta en escena como por el marco que nos acogía.
Todo ello nos hace olvidar las miserias políticas, las palabras de Otegui referidas al terrorismo de ETA, tan defendidas por la izquierda que nos gobierna, que ni muestran arrepentimiento ni nos resarce a quienes hemos sido víctimas de la banda asesina. Van muy avanzados los estudios y experimentos sobre el trasplante de riñón de cerdos a humanos. Muchos no quisiéramos recibir una víscera de sujetos como los que fueron responsables de tantas muertes.
Por lo demás el Supremo indica a la Presidenta de las Cortes que ha de inhabilitar al rastas Rodriguez; se suspende por el momento la entrega del “Pollo Carvajal” a Estados Unidos; España se sitúa a la cabeza en deuda y déficit en la Unión Europea, y la Merkel es ovacionada, con los líderes europeos en pie, en su última cumbre.
CODA. Leonor nunca defrauda. Foco de atención en los premios Princesa de Asturias, aguantó con una sonrisa deliciosa a los galardonados, muchos de ellos unos pelmas, como la mamarracha de la Abramovic o el antiTrump José Andrés. Lo único bueno de este último es que la dotación económica la destinará a los damnificados del volcán de La Palma.
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