Historia

La historia no contada

Esfuerzo militar español y francés que se realizó generosamente en apoyo y protección del Sultán de Marruecos que veía amenazada su nación por la efímera República del Rif Libre

He sido testigo de emotivos actos de homenaje a los soldados caídos en Annual entre julio y agosto de 1921, ocho años después del inicio del establecimiento del Protectorado Español de Marruecos, que desde 1912 a 1919 se denominó oficialmente Zona de Influencia Española del Protectorado Francés de Marruecos. Esos homenajes son bien merecidos y deberían incluir a los casi 3.000 soldados indígenas leales que murieron junto con los soldados españoles.

Al destacar la caída y retirada de Annual, que incluye las de Abarrán, Igueriben, Ben-Tieb, Dar Drius, Arruit, Zeluan y Nador ya a las puertas de Melilla obviamos, sin pretenderlo, entre otras la de Dar el Quebdani, cerca de la costa, donde después de la caída de Annual murieron asesinados 1000 soldados españoles tras rendir la posición. Execrable acto que se repitió en Arruit con el asesinato de 3000 soldados españoles tras la rendición.

La referencia a Annual o incluso al «desastre» de Annual, palabra incluida por los partidos de la oposición para atacar al Gobierno y a la Jefatura del Estado y que recomiendo, por ello, no utilizar y sugiero denominar a aquellos trágicos acontecimientos «Colapso de la Comandancia General de Melilla en 1921».

No he podido leer, sin embargo, en muchos relatos, que si en verano de 1921 se produjo el dramático colapso de la Comandancia de Melilla, en octubre de 1921 las fuerzas españolas habían reconquistado hasta Ben Tieb en una contraofensiva que puso contra las cuerdas a las cabilas bajo el mando de Abd-el-Krim. La operación debería haber finalizado ocupando de nuevo Annual y más allá Axdir en Alhucemas. No se hizo y permitió a Abd-el-Krim reorganizarse para atacar de nuevo.

El ataque se produjo en 1924 en todo el Protectorado, desde Larache en la costa atlántica hasta Uxda cerca de la frontera con Argelia. Fue de tales características que Tetuán, capital del protectorado estuvo cercada y se produjo el repliegue de las fuerzas españolas en todos los frentes. Los cónsules extranjeros se trasladaron a Tánger e informaron a sus legaciones de la inminente retirada de España del Protectorado, que no se produjo.

El Ejército de la autoproclamada República del Rif Libre de Abd-el-Krim, que tenía una fuerza de unos 100.000 hombres y contaba con artillería, morteros, ametralladoras, transmisiones, mercenarios alemanes, desertores de la Legión francesa y española, se creyó tan fuerte que atacó la zona francesa a primeros de 1925. El ataque fue un éxito táctico pues se conquistó la mayoría de los puestos franceses, unos 50, y produjo un número de muertos y heridos que conmocionó al gobierno de París, cesando al Alto Comisario Francés General Liautey. Pero fue un error estratégico pues se inició la estrecha cooperación franco-española, la preparación del desembarco de Alhucemas y las operaciones combinadas de los fuerzas de los dos países que llevaron a la derrota definitiva de Abe-el-Krim en la primavera de 1927.

Después del desembarco de Alhucemas en septiembre de 1925 se produce el ataque y ocupación de Kudia Tahar, el escudo de Tetuán, en la que legionarios y regulares dejaron casi 1000 muertos, lo que da una idea de los violentos combates. Tras la acción sobre Axdir, centro neurálgico de Abd-el Krim, se produjeron acciones combinadas en la zona de Melilla y el ataque del 19º Cuerpo de Ejército francés con 7 Divisiones.

A partir de entonces se desarrolló la campaña en la primavera y verano de 1926 en la Gomara, Ketama, Yebala y el Rif, que dio paso al invierno de 1926-1927 y a las operaciones preparatorias de la definitiva campaña de primavera de 1927, operación que llevó a la rendición de los hermanos Abd-el-Krim ante un coronel francés por la persecución de las tropas españolas que llegaron ante la unidad francesa. La tensión fue tal que tuvo que intervenir un general francés que puso a los Abd-el-Krim bajo su protección personal.

Tras el traslado de los prisioneros a Casablanca, desde allí a Marsella para terminar confinados en la Isla de Reunión, al Este de Madagascar, finaliza la tercera y última guerra de África con la victoria de las fuerzas franco-españolas. Tras ello las Intervenciones Militares junto con la Policía Indígena y Regulares procedieron al desarme de todas las cabilas, el control del territorio y el reinicio de las acciones de España como nación protectora que se desarrollaron durante 30 años hasta después de la independencia de Marruecos en 1956. Los últimos militares españoles, médicos militares, interventores y otros abandonaron las Fuerzas Reales Marroquíes, que ayudaron a organizar, en 1961.

Esta es la historia completa, la de derrotas a las que siguieron victorias hasta la victoria final. Esfuerzo militar español y francés que se realizó generosamente en apoyo y protección del Sultán de Marruecos que veía amenazada su nación por la efímera República del Rif Libre. Es la historia no contada aún del éxito en la misión del Protectorado Español en Marruecos desde 1927 hasta 1957.