Pandemia

Ataque desde el planeta Ómicron

Me voy a quedar con que Ómicron invade la Tierra e imagino a Sánchez al estilo Superman o Batman

Lo que estamos viviendo desde que apareció la covid parece surgido de una película de ciencia ficción. La realidad es que hay algunas dedicadas a la extensión de epidemias que guardan, incluso, una cierta similitud. El carácter distópico de lo que ha sucedido resulta muy interesante, aunque también inquietante. Como nos hemos instalado en el mundo de lo políticamente correcto, la colección de incompetentes y enchufados de la dirección de la OMS ha elegido un nombre para la nueva variante que no se asocie a un país concreto. Le correspondía uno que coincidía con el presidente de China, que tiene malas pulgas y, además, es el que manda sobre el director general del organismo internacional. Al final le ha tocado a la decimoquinta letra del alfabeto griego que se corresponde a la «o» breve del latino. Tras escucharla me pareció que era una película: «Ataque desde el planeta Ómicron». Los omicronianos podrían ser unos seres implacables que odian a la humanidad. Es fácil imaginarlos con esas armas láser tan graciosas de las películas de serie B.

Un buen guionista, incluso uno malo, monta un relato sin necesidad de grandes esfuerzos inspirándose con un nombre tan original. La inmensa mayoría de la gente no sabe qué es una letra del alfabeto griego. Es más atractiva mi propuesta alternativa, porque las lenguas clásicas ya solo interesan a una minoría. En una sociedad tan práctica y consumista como la nuestra se considera una pérdida de tiempo este tipo de estudios. Me voy a quedar con que Ómicron invade la Tierra e imagino a Sánchez al estilo Superman o Batman. Otra opción es como el heroico presidente de Estados Unidos que se monta en un caza para combatir a los pérfidos invasores como sucede en Independence Day. Es lo máximo que podemos esperar de este Gobierno en su lucha contra la variante Ómicron, porque no existe ningún plan B. A estas alturas, cuando hace casi dos años del estallido de la pandemia, no ha tenido tiempo de adecuar nuestro ordenamiento legal. Una solución sería interpretar que estamos ante una invasión extranjera y declarar el Estado de Guerra. Es evidente que el virus es inteligente y muta, por lo que los omicronianos son claramente unos enemigos peligrosos.