Política

Que vuelva ya

Don Juan Carlos defendió el sistema contra los golpistas y ha paseado por el mundo el orgullo de ser español

Me pregunto dónde hay que inscribirse para pedir que vuelva Don Juan Carlos. Votamos y emitimos parecer sobre montones de cosas, desde las elecciones hasta las canciones de Eurovisión, sin embargo estamos de brazos cruzados ante el exilio de uno de los más grandes personajes de la historia reciente de España. Hace ya dos años que el Rey está en los emiratos y se ha normalizado lo completamente anormal. ¿Ha robado? ¿Ha matado? ¿Ha mentido? Nada de nada. Los tribunales europeos han levantado cualquier sospecha al respecto y la Fiscalía española estima también que no tiene cuentas pendientes. No sé si soy una marciana, pero me paso el día escuchando a gente indignada y dolida, que echa de menos al Rey. Lo oigo en los restaurantes, entre los amigos, entre mis oyentes de Cope. Sin embargo, pareciera que la nación está en su contra, y es tan sólo porque Podemos lo detesta y el PSOE está arrodillado ante su socio de Gobierno. Naturalmente, los morados –como los de Bildu, Esquerra o Junts per Cat– no tienen nada personal contra Juan Carlos I. Es sólo que quieren acabar con el régimen constitucional y cambiar la forma de Estado. Ignoro cuánto espacio necesitan estos señores del poder para imponernos su idílica imagen de una república bolchevique pero, entretanto, lo paga el señor que heredó el poder absoluto de Franco y que decidió que se lo pasaba por el arco del triunfo. Que propició un cambio político pacífico sin precedentes en Europa. Don Juan Carlos defendió el sistema contra los golpistas y ha paseado por el mundo el orgullo de ser español. Ha hecho de embajador incansable, ha fomentado nuestro deporte, nuestra industria, nuestras empresas, nuestro turismo, nuestra imagen. Vivir perpetuamente escrutado por los medios hace imposible una vida puritana y plateada. ¿Quién no tiene un lado gris en su existencia? Naturalmente que a Don Juan Carlos le han pirrado las mujeres y que ha hecho sufrir a Doña Sofía, pero muchos de Podemos adolecen de la misma debilidad. ¿Que cazaba y eso es anti ecológico? Que no se repita. Pero, francamente, arrostrar un mes más esta situación es de bobos. Cada semana que pasa, la ausencia de Don Juan Carlos enrarece el espectáculo de una Monarquía que parece una familia de clase media, donde la sucesión generacional ya no se advierte y el vínculo nacional por excelencia –el de la familia grande– ha desaparecido.

Con el olfato de gran periodista que lo caracteriza, Carlos Herrera se ha pasado por Dubai para hacerse una foto con Don Juan Carlos y charlar con él. Basta percibir la reacción.