Elecciones Castilla y León

Gana Casado, pierde Sánchez, hace el ridículo Tezanos

«Si Mañueco no hubiera convocado elecciones, habría sido derrotado en la moción de censura y hoy no sería presidente»

Pues no. Ni Alfonso Fernández Mañueco ni Génova han sido indirectamente derrotados. Se olvida el fondo de la cuestión. Si Mañueco no hubiera convocado elecciones, habría sido desmontado en la moción de censura que se perpetraba y hoy no sería presidente de Castilla y León. La convocatoria de elecciones desbarató la presunta traición de Ciudadanos.

Pedro Sánchez se encaramó en el poder a través de una moción de censura. Mariano Rajoy creyó ingenuamente que los diputados del PNV, a los que había cubierto de dinero, votarían a su favor. Tiempo después, en el pináculo de su vanidad, el César de alpargatas decidió eliminar al PP de su poder autonómico a través de mociones de censura en Murcia, Madrid, Castilla y León y Andalucía. Se trataba de seducir con cargos y mamandurrias a un Ciudadanos que se desmoronaba. La maniobra sanchista comenzó en Murcia. Miguel Ángel Rodríguez, político de experta sagacidad, se dio cuenta de la jugarreta y lanzó el misil de Isabel Díaz Ayuso sobre las elecciones autonómicas. Pedro Sánchez fue derrotado en Murcia y apabullado en Madrid, pero no cesó en su empeño y, tras un tiempo prudentemente calculado, maniobró en Castilla y León. Fernández Mañueco advirtió la artimaña y, antes de que se produjera la moción de censura, convocó elecciones autonómicas anticipadas.

Neutralizado el ardid, Pedro Sánchez, arropado por sus compinches, derramó el dinero público para ganar las elecciones y lanzó a su lacayo, Félix Tezanos, a publicar encuestas torpemente amañadas. Según el CIS, cada vez más desprestigiado, la alianza PSOE-Podemos alcanzaría la mayoría absoluta. La realidad es que la suma de ambos partidos se ha quedado en 29 escaños, a doce nada menos del resultado que el CIS anunció. La decencia política obliga ahora a Tezanos a dimitir.

El resultado de Mañueco no ha sido tan contundente como esperaba, pero sigue de presidente, aunque deberá lidiar ahora con Vox, con «la última cabalgada del franquismo», según la expresión sagaz de Jorge Bustos. Pero resumamos la situación: pese a quien pese, ha ganado Casado, ha perdido Sánchez y Tezanos ha hecho el ridículo.