Partido Popular
Cuca: nuestra Kamala
Lo verdaderamente exótico es que dirija un partido una señora abogada de Logroño de derechas de toda la vida
Notas del 31 de marzo, hay quien cree que cuando sacó a Franco del Valle de los Caídos, Félix Bolaños liberó una maldición caudilla, una miasma de mala suerte como lo de Howard Carter y la tumba de Tutankhamon en el Valle de los Reyes aunque a la manera de aquí de Cuelgamuros, un espíritu maligno q ue se va extendiendo allá por donde pasa el ministro y que explica los desastres de Ciudadanos con lo de Murcia, lo del Pepé y en general en todo lo que toca.
No hay que hacer demasiado a las supersticiones absurdas y sin sentido como esta que aquí se enuncia, pero la cosa es que Bolaños ha dicho que lo de la inflación será coyuntural y uno no puede evitar pensar que es señal de que durará un buen rato. El nuevo mantra del sanchismo es que las desgracias que se ciernen sobre mi Españita son coyunturales. Técnicamente, tiene sentido, pues el tiempo de la coyuntura siempre es relativo y, si sabemos esperar lo suficiente, algún día nos iremos al otro barrio y en el lecho de muerte nos dará igual si el litro de diesel cuesta ocho u ochenta. Ya que no pasan los problemas, Sánchez confía en que pase el tiempo y apela a lo coyuntural -tan de moda- y a la guerra de Putin como causa de toda desdicha. Ya lo dijo Ortega: “Yo soy yo y la guerra de Putin”.
No hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo aguante. Mañana comienza abril, que es un mes asesino. Cuca Gamarra va a ser la nueva secretaria general del PP. Al fin tendremos nuestra Kamala: Kamala, la buena. Hay que contar su historia bien contada: Cuca es una españolización de Kook-Uh Gum-R, nombre indígena que recibió por ser descendiente de una tribu de nativos de la comarca del alto Cidacos. Aún quedan algunos que celebran la milenaria danza del fuego del sarmiento para invocar la protección del cielo durante la vendimia y veneran a un dios reencarnado en torero al que llaman Diego Urdiales. Ojalá pronto artículos en la prensa extranjera donde se cuente que Cuca, sacerdotisa de un PP en el fondo matriarcal, tiene poderes, y de chica ya leía en los posos del vino de garnacha el futuro del centro derecha y lo de Feijóo. Hay tantas políticas de tantos orígenes estrambóticos, con identidades tan esdrújulas y abuelos tan esclavos, que hoy en día, lo de verdad exótico es que dirija un partido una señora abogada de Logroño de toda la vida.
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