Inflación
Precios desbocados, profecías falsas y el Madrid busca rima
Ese «éxito», que supone que familias y empresas paguen más impuestos, ha generado un superávit primario del Estado de unos 1.400 millones de euros
Niels Böhr (1885-1962), danés, premio Nobel de Física y uno de los padres de la física cuántica, explicaba que «predecir es muy difícil, especialmente el futuro». Echenique lo llegó a citar en el Congreso, mientras presumía de científico. Böhr, que a veces discrepaba con Einstein –es famosa su discusión sobre Dios y los dados, entre otras más técnicas– vuelve a tener razón una vez más. La inflación, en contra de la mayoría de las previsiones, ha repuntado en mayo hasta el 8,7%, una barbaridad y el segundo porcentaje más alto desde 1985. Todavía peor es que la inflación subyacente –que excluye a los alimentos frescos y a la energía– campea ya por el 4,5% cuando hace un año estaba en el 0,2%. El horizonte, además, se oscurece porque en Alemania la inflación ha alcanzado el 7,9%, todo un escándalo en ese país. Es el impuesto de los pobres y el más inmoral de los impuestos. Además de pasar inadvertido, perjudica más a los menos favorecidos.
Los Estados y los Gobiernos, a veces, se benefician de la inflación. Es pan para hoy y hambre para mañana, pero intentan sacar el mayor partido posible. La recaudación fiscal en los cuatro primeros meses del año ha subido un 16,6% y ha arrumbado todas las profecías, incluso las más optimistas del Gobierno. Ese «éxito», que supone que familias y empresas paguen más impuestos, ha generado un superávit primario del Estado de unos 1.400 millones de euros. Esa cifra negra se tiñe en otra roja de 6.500 millones cuando se contabilizan los intereses que hay que pagar por los 1,4 billones de deuda. Por eso es tan importante reducir la deuda y no hay que ser premio Nobel, ni científico, como presume Echenique, para entenderlo, salvo que no se quiera hacerlo. Todo está relacionado. La inflación trae precios mayores, lo que hace que el IVA, que es un porcentaje, se calcule sobre una cantidad más alta y el resultado –ingresos para el Estado– también sea mayor. Los gurús prevén inflaciones menores, pero el petróleo supera los 120 dólares/barril y la gasolina y el diésel se disparan todavía más. El Banco de España, claro, también corrige sus previsiones y en junio revisará a la baja el crecimiento y al alza la inflación. Futuro incierto. Mientras, el «irreal» Real Madrid de Florentino Pérez –alcanzará todavía más récords– piensa en la «quince» Champions porque «catorce» no rima con nada, bueno, con «sorce», «alcorce» y «torce», pero eso no da para cánticos en el Bernabéu. Böhr tenía razón sobre la dificulta de predecir el futuro, salvo si se trata de que el Madrid haga lo de casi siempre.
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