Política

Dinero andaluz

Ahora viene Sánchez con una paguita a ver si derrota a las encuestas. Devuelvan primero el dinero defraudado por un Gobierno socialista y unos sindicatos de clase, de clase de macramé

Pedro Sánchez ha vuelto a representar el viejo truco del tahúr, lo imagino preparándolo con un puro sin encender masticado entre los dientes y una botella de whisky sin abrir. En el sanchismo todo es atrezo, todo es delirio de la razón, que cantaba Marifé de Triana. Torre de arena no es nombre de destino exótico, sino la realidad andaluza tras cuarenta años de gobiernos socialistas. Han tirado tanto de las ubres de las vacas que las dejaron exhaustas y paradas. Es cierto que es la comunidad autónoma que más paro padece, pero eso no es de ayer, cuando el consejo de ministros aprobó destinar cincuenta millones de euros contra el desempleo, pocos días antes de que comience la campaña electoral. Ese «déficit negativo» (esa redundancia a la que hizo alusión Yolanda Díaz) está grabado a fuego en los hombres y en las mujeres, como si fueran ganado, desde que nacen. No hacía falta que Yolanda se hiciera la «rubia»

Y ahora viene Sánchez con una paguita a ver si derrota a las encuestas. Devuelvan primero el dinero defraudado por un Gobierno socialista y unos sindicatos de clase, de clase de macramé, que enseñaban panfletos y se quedaban a cambio con los billetes verdes y las putas, no fuera a ser que les tocara la abolición. Casi todo estará prohibido en España menos el noble arte del mangoneo. No se puede prohibir lo que no existe y aquí casi nunca pasa nada, y cuando pasa vuelven a sacar los audios de la Gürtel sin ninguna mención a Ximo Puig. El periodismo gonzo con retraso, que viene a ser periodismo político couché. Límpiense la boca antes de hablar de Andalucía, que es la que siempre pone la cama y para la próxima fiesta del pijama cuenten con los parados y, por supuesto, con las paradas.