Opinión

Concordancias históricas entre Fátima y Rusia

1917 está marcado en la Historia por dos acontecimientos distintos y distantes pero unidos por el mensaje que el Cielo quiso trasladar a la humanidad, que desde 1914 atravesaba una época de especial sufrimiento por la Gran Guerra europea, transformada en la Primera Guerra Mundial en 1917 tras la incorporación de los EEUU. Al mes siguiente, una revolución que se precipitó en Rusia por las derrotas en la guerra, derrocó al zar Nicolás II de la dinastía Romanov, transformando al país en la URSS tras el triunfo de la Revolución bolchevique unos meses después durante el «Octubre Rojo».

En ese contexto histórico, «la blanca Señora» se aparecerá a tres pequeños pastorcitos en la aldea portuguesa de Fátima los días 13 de cada mes desde mayo a octubre de ese mismo 1917. Los hermanos Jacinta y Francisco, de 7 y 9 años, fallecerían pronto, y hoy están canonizados por la ejemplar respuesta dada al pedido de la Virgen para conseguir la paz en el mundo mediante la conversión de los pecadores. Lucía, de 10 años, sobrevivirá por tener encomendada la misión de difundir la devoción a Su Inmaculado Corazón y la consagración para evitar «una guerra mayor» si la humanidad no realizaba la conversión solicitada.

Tal día como hoy, 13 de agosto, de 1917, la Virgen no se apareció a los niños porque habían sido detenidos por el alcalde de Vila Nova de Ourem en un intento de acabar con aquellas manifestaciones de devoción popular. La «Señora más brillante que el sol» expresó su tristeza por aquella causa, que transformó en alegría en su manifestación del día 19 tras ser liberados.

Esa «tristeza» vinculada al 13 de agosto, tendrá su plasmación en la construcción del Muro de Berlín, erigido un 13 de agosto como símbolo de la división entre la Europa occidental y la oriental comunista. Precisamente la Virgen había venido para evitar que se produjera esa división con la expansión por el mundo de los «errores de Rusia»; es decir, del comunismo. El 19 de agosto de 1917, como dijimos, la Virgen expresó su alegría, y años más tarde habrá dos felices acontecimientos en esa fecha, 19 de agosto de 1989 y de 1991, que precipitarán la caída del Muro y la implosión de la URSS, respectivamente.

Aunque estos son solo un ejemplo, las muchas concordancias temporales entre los sucesos de Fátima y los subsiguientes en Europa durante la Guerra Mundial y la Guerra Fría, son la firma del Señor de la Historia en los acontecimientos de la humanidad. «Para que quien quiera ver, vea y entender, entienda».