Política
Otra victoria de Sánchez
«Todo es teatro y del malo, porque nadie quiere incomodar al inquilino de La Moncloa»
La realidad es que Sánchez nunca tiene problemas en sacar adelante sus decretos-ley. Hay una escenificación previa que pasa por apelar a que la derecha sea responsable y apoye la iniciativa, sin que se acepte ningún tipo de negociación. Se quiere una adhesión inquebrantable como si fuera una secta. Este trámite es muy útil, porque es aprovechado por los corifeos mediáticos del Gobierno para arremeter contra la insolidaria y reaccionaria oposición. Los periodistas de izquierdas, que son la gran mayoría de la profesión, han olvidado lo que decían cuando gobernaba el PP. Como siempre hay dos varas de medir. Desde luego, no podrían ser el almotacén que contrastaban las pesas y medidas en los mercados de Al Andalus, porque siempre trabajarían al servicio del mejor postor. Me gusta la traducción del árabe clásico: «el que gana tantos ante Dios con sus desvelos por la comunidad». En este caso, podríamos decir «el que gana tantos ante Sánchez con sus desvelos por el Gobierno». Una vez los fieles almotacén despellejan al PP y su líder llega el momento del intercambio con los socios y aliados. Por supuesto, todo es teatro y del malo, porque nadie quiere incomodar al inquilino de La Moncloa.
Finalmente, llega el momento de la votación y el trámite se supera con holgura. En alguna ocasión, alguien necesita mostrarse díscolo, especialmente ERC que sufre a los impresentables seguidores de Puigdemont, pero Sánchez maneja con habilidad esas situaciones. Lo mismo sucede con el caos que hay organizado en el sector comunista y antisistema de su gabinete. La realidad es que los tiene amaestrados y solo le causan problemas de cara a la galería. Les ha comprado con cargos, despachos y coches oficiales y se sienten muy felices. No le causarán ningún problema hasta las elecciones municipales y autonómicas. Mi padre siempre me decía que «lo que se paga con dinero es barato». Y, como siempre, tenía razón. Por tanto, el inquilino de La Moncloa ya tiene convalidados sus decretos-ley y puede seguir su periplo con los populistas hispanoamericanos. Hay que blanquearlos, como a los herederos de ETA y los independentistas, aprovechando que presidirá la UE en el último semestre del próximo año y tendremos como mejores amigos, entre otros, a Petro, Boric, Kirchner, Maduro, López Obrador y Ortega, aunque seguirán atacando a España.
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