Política

Cayetana, Macarena y Begoña

La verdadera operación de absorción se está produciendo ya, sin ruido, por la vía de captar a perfiles autonómicos y municipales

La corrida goyesca de Ronda ha dado este año para que se hable sobre si en Vox están buscando reemplazar a Macarena Olona por Cayetana Álvarez de Toledo. La razón de las habladurías es el paseíllo, y foto no robada, de Iván Espinosa de los Monteros y la diputada del PP, con la afición compartida por los toros como explicación, aunque quienes les vieron comentan que tanto buscaban hacerse notar que daba a pensar que lo que se está preparando es un golpe político más allá de la tarde taurina.

Este movimiento político sería un bombazo, que a Vox le vendría bien para salir del estado de abatimiento en el que ha quedado tras las elecciones andaluzas y la marcha de Macarena Olona del partido. Cayetana Álvarez de Toledo jugó en la política catalana con Pablo Casado, pero los planes de la dirección que preside Alberto Núñez Feijóo no pasan por retomar aquellos proyectos, y en este PP no parece tampoco que preocupe ese supuesto fichaje por parte de Vox. Más bien dan sensación de alivio ante esa hipótesis, aunque hasta el momento no tienen ningún razón de queja con la ex portavoz en el Congreso. Para el problema catalán, este PP maneja más la opción de Dolors Montserrat, que sigue como portavoz en el Parlamento Europeo como consecuencia de la estrategia de Alberto Núñez Feijóo de aterrizar en Madrid sin dar la sensación de que llegaba para poner a los suyos.

Otra cosa a la que sí dan vueltas en la organización popular es si les rentaría moverse con alguna de las mujeres de la nueva política que ya se han caído, caso de Macarena, o que acabarán cayéndose como consecuencia del derrumbe electoral de Ciudadanos, caso de Begoña Villacís. No lo tienen claro porque en este momento de entusiasmo interno el clima les anima más a pensar que se bastan por sí solos. Con Macarena, el «golpe» a Vox puede resultar tentador, pero a costa de asumir un nido de conflictos y de no poder contener un perfil que rebosa por la derecha en ese objetivo de consolidar una mayoría a costa de robarle votantes al PSOE. En todo caso, la verdadera operación de absorción se está produciendo ya, sin ruido, por la vía de captar a perfiles autonómicos y municipales, con los que ya han tenido experiencia de gobierno y no salió mal. Son pocos en número, y el modelo es el que se está siguiendo en la Junta de Andalucía.