Economía

La podemización del PSOE

No sólo supone un escoramiento ideológico hacia políticas económicas insensatas, sino también una degradación del proceso de selección de las élites políticas

Hace ya algunos años, Íñigo Errejón, todavía compañero de andanzas de Pablo Iglesias, dijo aquello de que Podemos había conseguido «podemizar» España. Algo cierta y tristemente correcto, pues todos los partidos de la época se escoraron hacia políticas de izquierdas mucho más liberticidas que las que habían defendido hasta la fecha. A día de hoy, esa podemización política no ha sido revertida sino que se ha agudizado hasta extremos preocupantes con el actual Gobierno de coalición PSOE-Podemos. Ya sea porque ambos partidos compiten por un mismo electorado o porque la aritmética parlamentaria es tal que Sánchez, siempre dispuesto a cualquier cosa para aferrarse al poder, acaba cediendo a las exigencias de los morados, lo que ha ocurrido en muchos asuntos es que Podemos le marca la agenda política e ideológica al PSOE. Lo hemos comprobado nuevamente en el caso de la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio en Andalucía. Quizá ahora mismo ya nos parezca parte de la pre-historia de España, pero no olvidemos que quien suprimió en todo el país el Impuesto sobre el Patrimonio en 2008… fue el PSOE. Fue el Gobierno de Zapatero quien optó por erradicarlo justamente por ser un tributo contraproducente y con muy escasa capacidad recaudatoria. Es cierto que Zapatero lo restableció en 2011 pero solo con carácter transitorio, durante dos años (fue Rajoy quien posteriormente consolidó indefinidamente este tributo). ¿Se imaginan a día de hoy a alguien del PSOE defendiendo la necesidad de abolir Patrimonio? No, sería impensable porque Podemos aprovecharía la coyuntura para absorber votos del PSOE. Aun cuando hubiera socialistas que vieran con buenos ojos la supresión del impuesto, no tendrían otro remedio que callarse para mantener cohesionado el voto de izquierdas alrededor de las siglas de su partido. A la hora de la verdad, la situación es incluso peor: precisamente porque ahora mismo no es admisible que nadie en el PSOE defienda este tipo de política fiscal, el propio partido tiende a autoseleccionar a aquellos políticos que se muestren contrarios a la misma. Cabezas económicamente sensatas como la de Miguel Sebastián (artífice de la derogación nacional del Impuesto de Patrimonio en 2008) no tendrían cabida en el actual PSOE. En suma, la podemización de España y del PSOE no sólo supone un escoramiento ideológico hacia políticas económicas insensatas, sino también una degradación del proceso de selección de las élites políticas.