Carlos Lesmes
Lesmes y el asalto al CGPJ
«Es el momento de forzar un cambio en la elección de los vocales del Consejo que garantice su independencia»
La situación es muy grave, porque la izquierda radical podría culminar su asalto, utilizo expresamente este término, al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Constitucional (TC). Es un escenario muy inquietante que no tiene parangón. Desde la creación de estos dos órganos constitucionales, fundamentales en el Estado de Derecho, nunca se había producido una situación que pusiera en riesgo la separación de poderes. En el momento en que se controle el CGPJ se podrán realizar alrededor de ochenta nombramientos, que incluyen magistrados del Supremo y presidentes de tribunales superiores autonómicos, más los que se tengan que realizar en los próximos años. Será el triunfo de los que defienden el uso alternativo del Derecho. A esto se une que el TC, como intérprete de la Constitución, podrá complacer los intereses de comunistas, independentistas y bilduetarras. Es un vuelco histórico. No escribiría lo mismo si el acuerdo fuera con el PSOE de González o Zapatero. En aquellos momentos, no estaba condicionado por formaciones populistas. Los nombramientos que se hagan en los próximos años, si se culmina el asalto, no responderán a los criterios de mérito y capacidad, sino a la concepción arbitraria de esos grupos que rechazan la Constitución y quieren destruir España.
En este escenario tan preocupante para la separación de poderes, resulta sorprendente que Carlos Lesmes, magistrado de la Sala Tercera del Supremo, anuncie su dimisión como presidente del CGPJ favoreciendo con esta decisión los intereses de la ofensiva socialista-comunista. No estamos ante un bloqueo caprichoso, sino que es la consecuencia de la firme determinación de un grupo de magistrados que quieren defender la independencia de la Justicia. Esta posición debería ser encabezada por Lesmes, que hace una inaceptable dejación de funciones, impropia de un magistrado, permitiendo que se consume la operación. Ahora es el momento de forzar un cambio en la elección de los vocales del Consejo que garantice su independencia. Lesmes ofrece a la izquierda política y mediática el argumento que necesitaba en su estrategia. No entiendo por qué abandona el barco, porque esta decisión le acompañará el resto de su carrera. En la memoria colectiva quedará como el jurista que permitió que se consumara el asalto populista al CGPJ, TC, Supremo y los tribunales superiores de justicia de las comunidades autónomas.
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