Cuartel emocional

Sobrevivir un año más

Los políticos no ayudan y dan siempre la nota con actuaciones que nos provocan el vómito

Sobrevivir es una palabra esperanzadora, pero el otro día cobraba mayor sentido mientras celebrábamos el cierre de la campaña de verano en una jornada organizada por Ibiza Luxury Destination, con su embajadora Fiona Ferrer, amiga del alma de hace muchos años, y la gran Nuria Moreno como directora de orquesta, al borde del mar y sorbiendo por una pajita una mezcolanza de frutas y alcohol en el bellísimo escenario del hotel Nobu. No faltaron Angie López y Rafa, que desde la última comida de verano en el Beso no los veía, y muchos colegas periodistas que estábamos para dar fe notarial del acto al que fuimos convocados y que nos permite tener siempre presente que España es única, y así debemos mantenerla. Pero, claro, los políticos no ayudan y dan siempre la nota con actuaciones que nos provocan el vómito y que fueron noticia esta semana. El retraso impresentable de Sánchez a la llegada del desfile del miércoles, mientras el Rey esperaba paciente dentro de su coche; ese anuncio que ufanamente hace en el Congreso de los Diputados del plan para rebajar la factura energética al 40% de los hogares (¿y por qué no al 100%?) con un gasto de 3.000 millones, que no tienen las arcas del Estado; ese traslado al País Vasco de 11 asesinos etarras con condenas de más de tres mil años de cárcel…No me extraña que la pequeña Pussycat me inquiriese suplicante cómo nuestros cuerpos, nuestras mentes y nuestros bolsillos van a aguantar un año más las decisiones del abucheado presidente (con minúscula) del gobierno.

Luego está lo del pringao Bolaños y el más que amortizado aunque preferible González Pons negociando un CGPJ sin vetos ni perfiles políticos marcados, y pretender que nos lo creamos, cuando todos tenemos más que claro que en la mente de Sánchez solamente prima liquidar la independencia de las instituciones para someterlas a la autoridad y al albedrío del Ejecutivo. Vamos a ver cómo se lidia este toro por parte de la oposición para que no se salgan con la suya. Miren, por ejemplo, el apoyo a Rubiales, el cabeza de la Federación Española de Fútbol, hombre parecidísimo al malo de las películas de Sherlock Holmes, que tan impecablemente interpreta Robert Downey Jr. junto a Jude Law como Dr. Watson. Encuentro que Rubiales es igual que Lord Blackwood, al que da vida Mark Strong. Busquen y verán que el parecido es asombroso. Es un juego que me divierte, el de encontrar esos clones que todos tenemos en alguna parte del mundo. Pero, a lo que íbamos, no parece tener intención el Gobierno de llevar las “presuntas” irregularidades de Rubiales ante el Tribunal correspondiente. Todos hacen la vista gorda. Una vergüenza, como todas las actuaciones de los mindundis que están al frente de la Administración del país.

CODA. Vamos a hacer de la coda de hoy un batiburrillo de preguntas, porque hay mucho que comentar. Primero, ¿qué hacía con gafas de espía rusa la Yoli en el desfile del pasado miércoles? Segundo, ¿cómo va a ser el enfrentamiento del ancianito Biden y el troglodita Trump en las elecciones de 2024? Tercero, ¿cómo osa el Papa advertir a los jóvenes de la chorrada de que depender del teléfono “atrofia el deseo”? ¿qué sabrá él de eso? Cuarto, ¿por qué María Teresa Fernández de la Vega renuncia a la presidencia del Consejo de Estado? Claro que su silloncito en el mismo, no lo pierde. Sigue siendo miembro. Listilla la chica. Y, finalmente, ¿por qué los fiscales anticorrupción de Perú reciben amenazas de muerte por investigar al presidente Castillo? La respuesta está clara: los sátrapas se cargan a todo lo que se les pone por delante cuando se les incomoda. Éste salió de cultivar nabos a presidir un país a la deriva, que le está dando una plata de la que antes carecía.