Economía
Sombrías perspectivas para el 2023
Si se aprueba el peligroso Presupuesto anunciado y se ratifican los enlaces del Gobierno con un conjunto populista y secesionista, la realidad del año 2023 puede atisbarse como peligrosísima
En estos momentos, la economía española se encuentra en una situación muy preocupante, fruto de una política económica que se pretende ratificar en el 2023 –tras el presupuesto anunciado y adecuadamente criticado desde el Banco de España–, y que ha generado cuatro problemas colosales: el primero es el del desempleo, porcentaje español colosal, frente al panorama mundial. El segundo, la existencia de un desequilibrio preocupante, consecuencia de un considerable déficit del Sector Público, endeudamiento que se admite ya, que en el año 2023 se aumentará, y esto generará problemas para España en el área del euro. La tercera cuestión es el fantasma de la inflación, que puede convertirse en un monstruo auténtico que destrozará la economía.
Todo esto señala, en cuarto lugar, que España ha vivido, desde el final del Gobierno de Rajoy, en una dirección inadecuada, porque pasó a basarse en el modelo que puede llamarse keynesiano-marxiano, de alejamiento de las ventajas del mercado libre, a lo que se añadió una política de ruptura del propio mercado interior español, amparándose de manera asombrosa, por el propio Gobierno, mensajes y deseos separatistas de variado tipo.
La reducción del mercado externo y las medidas de política económica propias nos alejaron de aquéllo que había señalado el gran economista Flores de Lemus, en 1929, cuando el hundimiento económico mundial estalló. Este profesor y asesor de la economía española desde la Restauración, escribió en 1936 lo siguiente: «El progreso económico realizado en el mundo desde el último tercio del siglo XVIII es inmensamente más grande que el de toda la historia anterior de la humanidad. Ese colosal avance se debe, en lo fundamental, al establecimiento de organizaciones económico-políticas basadas en la libérrima iniciativa de los empresarios».
En España se siguió otra dirección, que ha sido mostrada con claridad por el gran politólogo Peter A. Hall –véanse sus puntos de vista en el artículo Capitalismo y democracia. Una perspectiva dinámica, en la Revista de Ciencias y Humanidades, septiembre 2022–, y fue seguir el modelo mundial que arranca tras la 2ª G.M. Como consecuencia de los planteamientos nacidos durante ella, en Alemania, con Eucken desde la Universidad de Friburgo, comenzó a contemplarse la posibilidad de que era ya adecuado retornar a planteamientos de libre mercado, porque resultaban adecuados para salir de multitud de situaciones generadas por el intervencionismo. En el caso concreto de España, todo un conjunto de economistas, encabezado por Valentín Andrés Álvarez y el impacto derivado de la creación, en 1943, de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas, generó una postura crítica colectiva, que constituyó lo que, en la historia del pensamiento económico español, se conoce ya como Escuela de Madrid. Esta Escuela de Madrid continuó intentando que el mensaje de Flores de Lemus no se esfumase y, poco a poco, lo ha ido logrando. A veces, en documentos de políticos, se observa que ha aparecido alguna mayor influencia, al contemplar que, por el camino previo señalado por Hall, los empeoramientos de la economía española podrían agravarse. Véase cómo, ese mensaje del profesor Hall –nacido con muchísima fuerza para orientar planteamientos populistas–, es incapaz de resolver problemas actuales, como señala Rajoy en su obra Política para adultos (2021), bajo el título de Reformas y contrarreformas (págs. 273-278), defendiendo una estrategia integral de modernización inexistente en la actual política económica.
El profesor Hall también señala que la nueva situación de la política económica genera «aumentos simultáneos de los niveles de desempleo e inflación», y recuerda cómo estaba obligado a indicar a sus alumnos lo que significaban paro e inflación, porque, actualmente en Estados Unidos y en países europeos fundamentales –como Alemania–, «ninguno de estos alumnos lo había sufrido antes». Y en el caso de España, es obligado indicar que la inflación, previamente, había desaparecido.
Estamos, pues, en una etapa diferente de la que se culminó en 1990, en la que, como dice Hall «muchos partidos socialdemócratas europeos obtenían más votos de la clase media que de la clase trabajadora». Y añade que a partir de 1990 «los partidos de la corriente principal convergen a la derecha en temas económicos», con lo cual, renacen ideas como las que parecían sólidamente establecidas, a efectos de España, desde Smith a la citada Escuela de Madrid.
Es evidente que, en el año 2023, si se aprueba el peligroso Presupuesto anunciado y se ratifican los enlaces del Gobierno con un conjunto populista y secesionista, la realidad del año 2023 puede atisbarse como peligrosísima. Sin olvidar el riesgo que corre España, por ser parte de la UE, de que le pase lo que a Grecia, y no es probable que efectúe ninguna modificación notable en favor de nuestro futuro, salvo que se observe que en España renace un deseo clarísimo de rectificación.
Juan Velarde Fuertes es catedrático y economista.
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