Opinión

Tiempos de tribulación

El miércoles, el Gobierno discrepaba de las previsiones de la AIReF, que pronostican recesión para 2023. El Ejecutivo es más optimista, pero no tiene muchas mimbres sobre las que argumentar porque la evolución del último trimestre determina lo que sucederá el próximo año y los indicadores no son buenos. El desempleo ha subido en más de 60.000 personas, dejando la tasa de paro en casi el 13%. Empieza a ser preocupante que el 40% de los desocupados es de larga duración, eso significa que su situación personal se ha precarizado por la caída de ingresos y por la inflación, que se lleva un buen mordisco del bolsillo de los ciudadanos.

Por si fuera poco, los tipos de interés siguen subiendo y el efecto sobre las hipotecas se hace notar. Lo lógico es una caída más pronunciada en los próximos meses y una elevación del riesgo de las empresas de entrar en concurso de acreedores y embargos bancarios de vivienda en los hogares. Diversas asociaciones de consumidores han alertado sobre los cambios en la modalidad de hipoteca. Otros bancos han optado por ampliar los plazos de amortización. Esta medida, aunque a priori, pueda parecer un alivio para los hogares, termina traduciéndose en un aumento de la cantidad total pagada en concepto de intereses. Por otra parte, el aumento de los plazos de amortización de las hipotecas de 2.000 tuvo como principal efecto en el mercado de vivienda la burbuja inmobiliaria.

El Gobierno debería prestar atención al sector de la vivienda. Aunque las compras del sector arrojan datos razonables, también es verdad que las cifras disponibles son de julio y agosto, y es difícil que contemplen las subidas de los tipos practicada por el Banco Central. Hay una segunda cuestión en la que debería reflexionar: en momentos de precrisis y con un nivel de incertidumbre semejante al actual, las reformas fiscales y los cambios en los tipos impositivos deberían quedar aparcados. Eso no implica que el sistema fiscal sea justo o eficiente, significa que en «tiempos de tribulación, no se deben hacer mudanzas».