Opinión

Reyes Maroto y la alcaldía de Madrid

Hace cuatro años, pocos apostaban porque Díaz Ayuso se consolidase, la promesa era Martínez Almeida. Cuatro años después, la presidenta madrileña deja su impronta por donde va y no deja indiferente a nadie, representa una nueva versión de Esperanza Aguirre.

Martínez Almeida, en cambio, ha perdido muchos enteros. Incapaz de tener una voz propia y autónoma, es valorado por los ciudadanos como mal gestor, al tiempo que se le reprocha incumplir sus promesas con Madrid Central.

En la calle Ferraz dicen que el PSOE puede recuperar la alcaldía de Madrid. Se basan en que todos los sondeos indican el desgaste de Martínez Almeida, y entienden que hay una baza para hacerse con el bastón de mando.

Pero las cosas no son tan sencillas. Para que se produzca un cambio en un gobierno, ya sea central, autonómico o municipal son necesarias dos premisas: que exista desgaste de quien ostenta el poder y que pueda identificarse una alternativa creíble.

La dirección socialista cuenta con la primera condición, pero eso es solo la mitad del recorrido, el segundo requisito está lejos de las posibilidades socialistas.

Pedro Sánchez tomó por la fuerza al PSOE madrileño y lo vació de personas e ideas. Prometió que recuperaría Madrid y que, para ello, necesitaba que le permitiesen elegir al candidato sin discrepancias.

Muchos vieron un atajo para ser concejal o diputado, someterse a la decisión del líder a cambio de un puesto en la lista. A día de hoy, el PSOE madrileño es una débil sombra de ser una organización política presente en todo el entramado social, cultural y vecinal madrileño.

Un partido alejado y antipático, es lo que señalan los estudios cualitativos que se realizan en la capital. Por si fuera poco, Sánchez tampoco encuentra el prometido y anunciado mirlo blanco que arrasará electoralmente.

Después del desastre de Gabilondo y Pepu Hernández, le quedan pocas balas en la recámara, de manera que ha decidido tirar de Consejo de Gobierno. Reyes Maroto, la ungida por el dedo supremo, va a ser arrojada al circo romano repleto de leones esperando el festín que es Madrid.

La ministra cumple adecuadamente con su responsabilidad de gobierno pero esta bastante lejos de las expectativas que han ido generando desde el propio PSOE sobre la candidatura a la alcaldía.

Retrasar la elección junto al espectáculo mediático dado, con Jorge Javier Vázquez incluido en el menú, ha terminado de arruinar las pocas posibilidades de vencer a un mal alcalde.