
El trípode
Una arenga «progresista» de 1936
El espectáculo dado por el portavoz socialista desde la tribuna del Congreso, merece ser visualizado por los españoles para que sean conscientes de en qué manos se encuentra España.
«Aquí estamos los socialistas defendiendo lo de siempre», fue la proclama del portavoz socialista Patxi López –el mismo que en el debate de las primarias socialistas le dijo a Sánchez que «no sabía nada de lo que era una nación»– en su intervención de la sesión de ayer del debate de la moción de censura, en un tono airado y desencajado, al tiempo que descalificaba al profesor Tamames, a la «ultraderecha y a la derecha». Por cierto, ¿acaso no fue un golpe de estado la Revolución de octubre de 1934? ¿O es que no era legítimo el Gobierno de la República de aquel momento contra el que el PSOE lideró un golpe revolucionario y sangriento?
El espectáculo dado por el portavoz socialista desde la tribuna del Congreso, merece ser visualizado por los españoles para que sean conscientes de en qué manos se encuentra España. «La libertad que defienden los socialistas es la que defiende el Gobierno progresista», siguió gritando en su arenga cuartelera, convirtiendo su intervención en un mitin del PSOE de la época del «Lenin español», expresión con la que era conocido su entonces Secretario General Largo Caballero. Como me dijo un buen amigo: «Es repugnante que Patxi López, el ex–Lehendakari, hable de la Guerra Civil en esos términos y oculte los crímenes de ETA de hace 20 años, y hoy sea socio de quienes asesinaban a sus compañeros de partido».
Ramón Tamames calificó acertadamente el discurso del «orador del mitin anterior» de «impropio del Congreso», y con reiteración le aconsejó sosiego y que «tomara cafinitrina para no sufrir un infarto, dada su exaltación y sus gritos». También recordó a los integrantes del sanchismo que la Historia no se puede hacer desde el BOE, y que ser antifranquista ahora recuerda aquello de «a moro muerto, gran lanzada», ante un hemiciclo radicalizado y enfrentado, compitiendo entre sí por transmitir más «odio y miseria moral», como acusaban a la «derecha y la ultraderecha» casi todos los portavoces de los socios y aliados del sanchismo liderados por el portavoz socialista.
Ayer, el profesor Tamames les dio a todos ellos una breve pero auténtica lección profesoral sobre la verdad histórica de España, sobre la Transición a la democracia, y sobre todo y ante todo, acerca de la auténtica moderación y respeto, educación, cultura y ejemplo a los jóvenes y a las señorías que rivalizaron entre sí en «rencor, odio y miseria moral». Ciertamente ha sido una atípica moción de censura convertida en un auténtico Debate sobre el Estado de la Nación. La prueba evidente de que ha sido muy útil es que Sánchez lo cerrara descalificando agriamente la censura.
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