A pesar del...
Bruselas urge, señora
El paraíso del político antiliberal es el impuesto que cobra otro y que el contribuyente cree que también paga otro
Una de las claves de la política es asegurarse de que los méritos son propios y las culpas, ajenas. Lo ilustró hace un tiempo El País con este titular: «Bruselas urge a España a emprender la reforma fiscal». Vamos, que la van a crujir una vez más a usted, señora, pero tendrá usted que despotricar contra Bruselas, no contra el Gobierno.
El truco es parecido al de los impuestos «globales», siempre contra los «ricos», que ya analizamos aquí (ver: https://bit.ly/3TJTX4g). El paraíso del político antiliberal es el impuesto que cobra otro y que el contribuyente cree que también paga otro.
La retórica de El País, como siempre, era deliciosa a la hora de proteger a las autoridades: «España tiene pendiente un cambio en la fiscalidad para aumentar los ingresos, y Bruselas le reclama quitar tipos reducidos del IVA, subir impuestos verdes y retirar beneficios fiscales. El Gobierno tratará de explicar a Bruselas que ya ha tomado algunas medidas y que la recaudación ha aumentado». España, bien; Bruselas, mal. Pero, qué pena, hay que «aumentar los ingresos y acercarlos a la media europea en porcentaje del PIB, basándose en el informe de recomendaciones de los expertos». Los expertos lo piden, señora, no el Gobierno.
Más aún, el Gobierno se carga de razón alegando que ya ha hecho cosas, y todo parece que apunta generosamente a proteger al pueblo: «el tipo mínimo del 15% en sociedades y los impuestos extraordinarios a eléctricas, banca y grandes fortunas». Como si perseguir a empresas y ricos no dañara a los demás. Hablando de ellos, se reconoce: «También ha brindado mayores recursos el hecho de no haber actualizado la tarifa del IRPF en medio de la espiral inflacionaria». Ahí no precisa el periódico que son millones los trabajadores perjudicados. Velozmente pasa a aclarar que el Gobierno bajó los impuestos por la crisis, y que ahora los sube «como pedía Europa». Europa, señora. Y enumera los impuestos: al plástico, a bancos y energéticas, a las «rentas altas». No a usted. ¿Y los famosos peajes? Solo para el 2027 y para «el transporte pesado». Como si no le fuera a pesar a usted.
Todo el mensaje del poder y sus secuaces mediáticos es que aquí usted no va a pagar, gracias al Gobierno. Por eso se concluye: «La postura de Hacienda es que ya se ha hecho mucho». Y tanto.
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