Sin Perdón

Una campaña a cara de perro

Es curioso, pero hace solo unos días Moncloa vendía que había fracasado el efecto Feijóo.

La estrategia de Sánchez fracasó estrepitosamente en las elecciones del domingo. Nunca la entendí. No sé a quién se le puede ocurrir que será eficaz regalar dos euros para ir al cine o hacerse una foto con Biden. El problema del candidato socialista son sus socios. Una gran parte de los españoles rechaza a los independentistas, los comunistas, los antisistema y los filoetarras. El blanqueamiento de Bildu y Otegi es algo que repugna a los votantes socialistas. Lo mismo sucede con ERC y los que intentaron romper España. Es muy significativo que Emiliano García Page haya mantenido la mayoría absoluta en Castilla-La Mancha. No es ningún secreto que se detestan y que es el barón más crítico. Lo dice en público y en privado. Por tanto, es una cuestión sobre la que debería reflexionar. Es cierto que no tenía otra alternativa que gobernar con Pablo Iglesias y sus acólitas, pero tiene un coste como comprobó en las elecciones adelantadas de Madrid en 2022 o en las andaluzas. Se trata, además, de un aliado tan poco fiable como traicionero.

La izquierda política y mediática, así como el poderoso aparato propagandístico monclovita está convencido de que podrá gobernar, aunque no gane las elecciones. La gran mayoría de españoles no quiere que se repita lo sucedido en esta legislatura que ha concluido. Es decir, sería un gobierno liderado por un partido que habría quedado segundo y que dependería de esa colección de aliados poco fiables. Esta será una campaña ideológica a cara de perro, donde Sánchez buscará confrontar con el líder del Partido Popular. Es curioso, hace solo unos días Moncloa vendía que había fracasado el efecto Feijóo. Algunos medios, tertulianos y columnistas compraban esta basurilla con un enorme fervor. Ahora toca la burda extrapolación del resultado del 28-M, para asegurar que el centro derecha no sumara, e insistir en la alerta antifascista que tanto gusta a los comunistas. La imagen de que llega la España negra es hilarante. La realidad es que estamos ante un nuevo ciclo, porque los españoles quieren acabar con el sanchismo y sus aliados.