Parresía

Colgando en tus manos

A estas alturas, el fenómeno Madonna me motiva muchísimo más que Carles Puigdemont que, cual diva musical, desde Bruselas, le dijo ayer al Gobierno «vuelva usted mañana»

Podría escribiros durante horas sobre Madonna, esa mujer que lleva 40 años demostrando cómo reinar en el mundo de la música y en los escenarios, a pesar de sus visibles problemas en una pierna y de haber pasado por cuidados intensivos hace poco. Solo una diva como ella puede permitirse hacerse de rogar en Barcelona durante casi dos horas, y que la multitud que la espera no solo no se lo tenga en cuenta, sino que se rinda por completo a ella, a su espectáculo y a sus reivindicaciones sociales, entre canción y canción. Lo he visto con mis ojos en el Palau Sant Jordi. A estas alturas, el fenómeno Madonna me motiva muchísimo más que Carles Puigdemont que, cual diva musical, desde Bruselas, le dijo ayer al Gobierno «vuelva usted mañana», que lo que me ofrecen me sabe a poco. Hay dos posibilidades: O el fugado quiere hacerse de rogar, o quiere teatralizar aún más la evidencia de su inmenso poder en este momento. Si hiciera falta, bien sabe Puigdemont que Pedro Sánchez iría a Bruselas y le cantaría al oído «sabes que estoy colgando en tus manos, así que no me dejes caer».

Volvamos a las inmediaciones del Palau de Santa Madonna. Cerca de allí, PSOE ha conseguido el sí de ERC a la investidura de Sánchez acordando, además de la amnistía al Procés, una lista asombrosa de cesiones, traspasos y condonación de deuda de miles de millones a la Generalitat catalana, ahondando en la desigualdad de trato a las Comunidades Autónomas. ¿Cómo esperar que no reaccionen las demás?

Aquí seguimos, en ascuas, esperando la fumata blanca inminente desde La Moncloa, con su letra pequeña de sorpresas pactadas –y aún desconocidas mientras os escribo– con los independentistas catalanes.

Desde luego, por lo que ya ha trascendido, me resulta incomprensible el perdón total a todos aquellos que, en nombre de la independencia catalana, cometieron corrupción, actos violentos e ilegalidades varias. ¿Cómo esperar que no reaccionen los agentes que tuvieron que sofocar los disturbios de los CDR y Tsunami Democràtic, o esos jueces que sienten que este Gobierno se está burlando del Poder Judicial?

Tampoco acabo de comprender la utilidad de dos recientes consultas, no vinculantes: la del PSOE a su militancia, preguntándole sobre la amnistía –sin mencionar la palabra en la pregunta– y la del Consell de la República a sus integrantes (el organismo de Puigdemont dijo «no» a la investidura de Sánchez). ¿Qué más darán esos resultados? Ya me gustaría que nos preguntaran de una vez por todas a los españoles, en un referéndum, qué opinamos de la amnistía. Eso sí que sería democrático.