Julián Cabrera

12 preguntas

La Razón
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Pues va a ser que no. Sánchez no contará con ese colchón inicial de al menos quince días para negociar sosegadamente con Pablo Iglesias mientras Rajoy se achicharra en dos frustradas sesiones de investidura. El presidente en funciones supo leer la oportunidad que brindaba el viernes la soberbia del líder de Podemos –casi rayando en la humillación a un partido con 137 años de historia– y ha ganado tiempo trasladando la presión al secretario general socialista, que en esta circunstancia sí va a ser mucho más objeto de la lupa del Comité federal de su partido.

A Sánchez le van a entrar las prisas porque su única bala de plata es tocar poder, por eso me atreveré a plantear algunas preguntas a quien podría acceder a La Moncloa embridado por Podemos, sus franquicias y algún «supervisor» separatista:

UNA: ¿Se explicará por qué casi treinta años después de que el PSOE renunciara al marxismo –dimisión y regreso incluidos de Felipe González– lo que hoy queda es un entendimiento con marxistas y bolivarianos?

DOS: ¿Cuál será la posición del nuevo Gobierno español ante lo que está ocurriendo en Venezuela? Lo más reciente, ya saben, las arremetidas de Maduro contra la «injerencia» española a propósito de las vejaciones a la familia del líder opositor Leopoldo López.

TRES: ¿Pediría el nuevo inquilino de La Moncloa a su «vicepresidente» Iglesias la integración de Podemos en el pacto antiterrorista, de incrementarse la amenaza del terror yihadista o algo peor?

CUATRO: ¿Se mantendrán las fotografías del Rey en las sedes de organismos públicos?

CINCO: Cuando se derogue la reforma laboral, ¿se mantendrá la indemnización por despido que tan fielmente han aplicado PSOE y UGT a la hora de prescindir de parte de su personal?

SEIS: ¿Se colgará en La Moncloa otra pancarta como la del Ayuntamiento de Madrid «bienvenidos refugiados» y se romperá –programa de Podemos– con las directrices europeas de FRONTEX?

SIETE: ¿Se explicará –ojo a contactos con PNV– un estatus especial en la relación Euskadi-Estado y un encaje con «Fórceps» del concierto y el cupo en el modelo federal?

OCHO: ¿Se planteará un nuevo sistema de financiación autonómica al gusto de los partidos independentistas catalanes avalados por el PSOE en el Senado, aun poniendo en riesgo la solidaridad interterritorial con el resto de autonomías?

NUEVE: ¿Se montará el «número de la cabra» de una «legislatura constituyente», dado que la aritmética parlamentaria no permitiría tocar ni una coma de la Constitución sin el apoyo del PP?

DIEZ: ¿Se le pedirá consejo a Tsipras sobre las consecuencias frente a la UE de gastar más de lo que se tiene?

ONCE: ¿Se consultará en las memorias de Varoufakis qué le ocurre a la economía de un país cuando se aumenta la fiscalidad a las empresas o se revierten las privatizaciones?

DOCE: El partido de los González, Morán o Marín que nos metió en Europa, ¿se saltará –como propone Podemos– las directrices europeas de control de déficit al más puro estilo Syriza?

Donde haya algún «SÍ», que se sepa.