Fútbol

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Cuestión de dinero

La Razón
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En plena efervescencia de la «operación milagro», también conocida como «misión imposible», la «canallesca» descubre que Theo Hernández, lateral izquierdo cedido por el Atlético al Alavés, ha pasado reconocimiento médico con el Madrid. Blanco, por doble motivo, y en botella. Los clubes no desmienten, el jugador tampoco y a fuerza de tirar del hilo descubrimos que el vecino rico y comprador está hablando con el vecino muchísimo menos rico y vendedor para que no llegue la sangre al río. Manzanares, suponemos. A la cláusula de 24 millones añade su graciosa superioridad una propina de seis.

Primeros de mayo, tiempo de revoluciones. El Madrid, enfrascado en reforzar una excelente plantilla con sangre joven y el Atlético, pendiente de la magnanimidad de la FIFA por si le permite mejorar este verano el plantel de Simeone, quien no gana para sustos: el Bayern Múnich ha preguntado por Lucas Hernández. Golpe a golpe, millón a millón, el campeón de Europa adelanta al Atleti por la izquierda y al Barça, por la derecha; de una tacada ha levantado dos piezas a Robert: Theo (30 millones, 19 años) y Vinicius (60 y 16), penúltima joya brasileña.

Noventa millones de inversión para mejorar un elenco que con Isco, Asensio, James, Kovacic y Vallejo asegura el futuro. Y otros 50 millones para que De Gea, si el fax no lo impide, sea el portero de Zidane–la continuidad del técnico, es misterio por resolver– la próxima temporada. Mourinho conoce el deseo del guardameta, quiere jugar en el Madrid, como Theo, y aunque lo cambiaría por James o Morata y unos cuantos millones, sabe que no cuela, pero podría conformarse con esos 50 y Mariano, un jugador muy de su gusto.

El fútbol ya no es cuestión de vida o muerte, Shankly, sino de dinero, Simeone.