Derrota con suplentes

Mourinho decidió arrojar la toalla en Riazor. La Liga la dio por perdida hace tiempo y lo que todavía está en el futuro es el partido del martes en el Camp Nou, donde se juega la permanencia en la Copa. Contra el Deportivo se jugaba a beneficio de inventario. Por esta razón en la alineación titular no estaban, por diversas razones, Cristiano, Xabi, Özil, Khedira, Benzema, Varane y estaban Marcelo, Modric, Callejón, Carvalho y Pepe recién salido de lesión. Se trataba de reservar a jugadores fundamentales para el encuentro de Barcelona y, al tiempo, dar minutos a suplentes de primera fila. Luego, a la vista del posible ridículo, recurrió a sus clásicos.

Con alineación tan peculiar, era natural que el Dépor se sintiera optimista y viera la botella medio llena. Lo tradujo en el golazo de Riki tras magnífica jugada. En otras tres ocasiones los locales pudieron haber aumentado la ventaja. Sobre todo por la banda de Arbeloa, siempre burlado.

No parece comprensible que el Real Madrid, pese a las bajas, no se imponga a un equipo con la mirada puesta en Segunda División. La superioridad deportivista fue notoria medio encuentro. Luego, con Cristiano, Özil y Khedira y la inspiración constante de Kaká, éste empató e Higuaín remató la cuestión. El Dépor perdió gran oportunidad para ganar. La fortuna tampoco le favoreció. Dos lesionados en defensa obligaron a recomponerla con dos centrocampistas. Riki tampoco aguantó y ello se acabó notando.

Posdata. En el último derbi de San Mamés, la Real convirtió La Catedral en parroquia.