María José Navarro

DSK..

Para que no haya malos entendidos: no me puede dar más asco el tipo. Tiene todo para darlo, la verdad. Hombre poderoso sin escrúpulos que se cree a salvo de las normas y leyes de los demás. Strauss-Kahn se sienta en el banquillo desde el lunes imputado por proxenetismo agravado junto a otros once hombres y dos mujeres que, según el acta de acusación, organizaron un equipo de prostitutas para servir a su apetito sexual nada convencional cuando estaba al frente del Fondo Monetario Internacional. En el sumario se tiene constancia de una quincena de orgías organizadas en Bélgica, París, Washington o Nueva York, tomando como base de operaciones el hotel Carlton de Lille y en las que «invirtieron» unos cien mil euros. Los instructores han interrogado hasta el momento a trece prostitutas, y cuatro de ellas lideran la acusación particular. Dicen que este pavo está ávido de sexo y con una tendencia muy marcada hacia las prácticas de dominación y próximas al bestialismo. Eso no se juzga, claro, aunque pensarlo sea de arcada seca. Aquí lo preocupante para Strauss-Kahn desde el punto de vista penal es que esos testimonios coinciden, en contra de su defensa, en que no podía ignorar que ellas estaban allí por dinero y no por placer. Sus abogados aseguran que los que montaban estas orgías le ocultaron que se trataba de prostitutas y para ello han argumentado que, una vez desnudas, no se puede distinguir entre una prostituta de una mujer que no lo es. Es decir, que además de la línea el bingo. A ver si le cae la del pulpo a este campeón. Y que alguien le diga que incluso pagando causa un asco extraordinario.