Miguel Ors
El espíritu del Atlético
L2 Gafe
El fútbol no se piensa, se siente. Lo que no quita para que a veces se piense lo que se siente.
–¿Qué sientes tras la segunda derrota consecutiva del Barça? –le pregunto socarrón a un compañero catalán.
Duda, piensa lo que siente y se decide.
–La «senyera» como uniforme no acaba de sentarle al equipo. Cada vez que la viste, o empata o pierde. Siento y pienso, pues, que la «senyera» es gafe, o que no le gusta el fútbol. A ver si contra el modestísimo Cartagena, en la Copa, exorcizamos el gafe.
M3 Ultras Sur
No, siempre no, al forofismo violento y cerril en el fútbol, en la política y en todo. Hay que felicitar a Florentino Pérez. Plausible su decisión de acabar con los zafios radicales del grupo Ultras Sur. A semejanza de la ocurrencia de Di Stéfano, tan feliz, ¿por qué no monta usted, señor presidente, una «fábrica» de futuros socios y seguidores del Real Madrid (niños, alevines, escolares, en fin) en el «vaciado» rectángulo de los ex Ultras Sur indeseables? Plantar hoy para recoger mañana. El fútbol, para la «casta» infantil y adolescente, es caro o carísimo. Podría usted pasar, señor presidente, al futuro eterno por esta máxima: «Valdebebas, niños, la Décima».
X4 Comparar
Opinar es libre. Y pensar y comparar, también.
–El PP y el PSOE –me enjareta un amigo en plan conferencia– son a la «liga» de la política lo que el Madrid y el Barça a la Liga. Hay una diferencia –matiza– :si el fútbol es un estado de ánimo, la política, en este momento, en España, es un estado de desánimo.
Le replico:
–Rajoy está remando, y bien según analistas objetivos y no dogmáticos, para que la «liga» de la política, en día no lejano, sea como la del Madrid y el Barça: verde césped de éxitos y gozos.
El deporte, como siempre, uniendo lo que federalmente quiere desunir Pérez Rubalcaba. El otro día estuve en un foro donde se dijo que el federalismo se inventó para unir lo que está separado, no para separar, querido ex atleta Rubalcaba, lo que está unido. Viva el honesto e integrador fútbol.
V6 Venganza
La realidad: tras una temporada asfixiante (Liga, Copa del Rey, «Champions», otras competiciones, partidos amistosos), la final del Mundial de Brasil. Hispanoamérica, en fútbol, como se sabe, es algo así como el «Muro de Berlín» de las selecciones europeas. «Aquí, en la tierra de Colón, los Mundiales de fútbol los gana siempre una selección latina» (Pelé, en sus años de adolescencia, oro e incienso). Verdad aritmética. Pero como decía Einstein, no siempre dos y dos son cuatro. Otra realidad: la España de Del Bosque llega a la final de Brasil tras el final de una exprimidora temporada para repetir, en su primer partido, la final del Mundial de Suráfrica contra Holanda. «¿Conseguirá vengar Holanda aquella derrota? ¿Logrará también la "emergente"Chile vengarse del 2-1?». Contesto con pensamiento del siempre gentil Del Bosque: «Detesto la palabra venganza, no es propia del diccionario deportivo». ¿Derribará la Selección de España el «muro de Berlín» hispanoamericano o latinoamericano, que dicen los hispanoamericanos por influencia anglosajona?
S7 Espíritu
Otro sábado de sillón y televisor (pobres cines, pobres teatros, pobres restaurantes). El Atlético, en Sant Andreu (antes San Andrés), volvió a demostrar que el Atlético es el «espíritu» de Cholo. Hay que creer sin caer en la tentación de la duda en el espíritu del argentino. El Atlético, gracias a ese espíritu, es siempre hercúlea y profesionalmente pugnaz. Da gusto verlo.
El otro partido: feble y decepcionante el Real Madrid en Xátiva (antes Játiva), con la excepción de Isco. Con el balón en los pies, Isco es la pirueta, el guiño y la caligrafía de un ser con docta personalidad. Hablaré de sus «carencias», que las tiene, otro día.
¿Por qué Ancelotti no triunfa en el Real Madrid como Cholo en el Atlético?
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