Gonzalo Alonso
El mejor tenor de la Historia
Hace unos días Alberto González Lapuente nos invitó a la «Tertulia» de Radio Clásica a Rubén Amón, Arturo Reverter y a quien firma a opinar sobre quién había sido el mejor tenor de la Historia en noventa minutos de amena y hasta enconada discusión, que se puede escuchar en http://www.rtve.es/alacarta/audios/la-tertulia-de-radio-clasica/tertulia-radio-clasica-mejor-tenor-del-mundo-14-02-16/3486188/, y que se ha convertido en el programa de esa serie con mayor índice de popularidad. Todo venía a cuento de esas listas en las que los ingleses clasifican a las voces según sus preferencias y que, en su última edición, colocaba a Plácido Domingo como el mejor tenor de la historia. Naturalmente Amón le defendió y Reverter le puso las peras a cuarto, mientras que yo observé que una cosa es ser quizá el mejor artista cantante y otra el mejor tenor por una razón muy simple: el mejor tenor de la historia ha de tener las notas de tenor, de «do» a «do» y no puede considerarse así a alguien sin el «do» y con dificultades en el «si bemol». De Domingo conté una sabrosísima anécdota que figura en las memorias de Schuyler Chapin, ex intendente del Met, en un «Trovador» que descolocó a Amón y que aconsejo escuchen. Nuestro cantante ocupó buena parte de la discusión, pero fue más profunda.
La lista de los 20 mejores tenores de BBC Music Magazine parece elaborada por los 16 peores críticos de la historia. De ella se trasluce el afán por buscar tenores según el concepto de nuestros días, rescatando algunos históricos, pero sin conocer la historia ni a sus tenores. No se pueden mezclar peras con manzanas y no se puede comparar tenores de repertorios diferentes. ¿Se puede medir igual a quien cantó 60 papeles con Wagner, Verdi y Puccini entre ellos que a quien cantó 15 rossinis? En la lista sobraban Pears, Schreier o Rolfe Johnson por razones obvias de calidades vocales. ¿Por qué no figuran los Del Monaco, Di Stefano, Martinelli, Tucker, etc? ¿Acaso Bergonzi fue tan superior a ellos? ¿Y Flórez llegará a superar a Kraus o a un Luigi Alva, que ni sale en la foto? ¿Y Pavarotti superó a Gigli, aquél que él realmente hubiera deseado ser? ¿Acaso ellos fueron mejores que Miguel Fleta, por corta que fuese su carrera? Y Carreras... otro ausente con méritos no lejanos a algunos de los presentes.
Hay muchos detalles que el jurado ha olvidado, pero dos fundamentales. Una cosa es ser un cantante musical y otra un gran tenor. Esto último requiere, además de musicalidad, un mix con adecuadas dosis de calidad y caudal vocal, técnica, corazón, musicalidad y personalidad. De otro lado, calidad y popularidad son cosas distintas. ¿De qué si no encabezarían la relación Domingo, Caruso y Pavarotti? No se puede hacer acto de fe con estas listas. Seguiremos con el tema.
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