Angel del Río

El poder del urbanismo

La Razón
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La Operación Castellana Norte no es un simple proceso de ordenación urbanística de la ciudad por una de sus latitudes. Es el proyecto de desarrollo urbano, social y económico más importante de los próximos años en Madrid. Tardaron más de dos décadas en ponerse de acuerdo todas las administraciones con la iniciativa privada implicadas en este asunto, y cuando al fin se consiguió el consenso, la izquierda radical se hizo con el Gobierno en el Ayuntamiento y lo desbarató todo, en aras de un tipo de concepción urbanística más ideológica que técnica, aprobando otra alternativa no consensuada por las partes. Por eso, el Gobierno de la Comunidad ha entendido que debe salir en defensa y protección de los intereses de los madrileños, anunciando que recurre la anulación de Castellana Norte que hizo el gobierno de Manuela Carmena de forma unilateral.

El urbanismo es la mano que mece la cuna del poder, a veces el oscuro objeto del deseo de determinados políticos, y eso ha producido algunos conflictos entre instituciones. Hay que recordar que la competencia en materia urbanística la tiene la Comunidad, y este nuevo episodio no es inédito. Siendo alcalde, Enrique Tierno tuvo sus diferencias con el presidente autonómico, Joaquín Leguina, por la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid. Pero quizá el episodio más sonado es el que protagonizaron la presidenta regional, Esperanza Aguirre, con el alcalde Ruiz-Gallardón, por el proyecto del Eje Prado-Recoletos, que finalmente le tumbó la primera al segundo. Curiosamente, en los dos casos, ambas instituciones estaban gobernados por el mismo partido. Ahora es diferente, y la situación más grave, porque la intransigencia sin argumentos del Gobierno de Ahora Madrid pone en riesgo el futuro de la ciudad y los intereses de los madrileños.