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El populismo de Compromís al desnudo

La Razón
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«El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido». Una frase de un genio como Groucho Marx, que parece regir en la conducta de muchos políticos, especialmente de los populistas. No me sorprendería que fuera una máxima que se repita diariamente el alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís, un partido oportunista, populista y de postulados comunistas y en un sector amplio.

Desde esa perspectiva podemos comprender sus contradicciones, como la que hoy publicamos. Se hartó no sólo de criticar que su predecesora, Rita Barberá, se sirviera de escoltas para su seguridad sino de anunciar que él prescindiría de ellos. ¿Dicho y hecho? ¡Quiá! Ha dispuesto de un presupuesto de 700.000 euros para ese objetivo para 2018. Además, ha aumentado el número de policías, de diez a doce, en ese capítulo y les ha incrementado el sueldo (esto último no me parece mal, porque no están bien pagados). Y lo hace en un momento en el que el riesgo para su persona y para los cargos públicos, especialmente si son de izquierdas, ha disminuido muy considerablemente, de lo cual me alegro desde mi compromiso con la paz y la libertad. Ojalá siga así para siempre.

Las contradicciones no se acaban con los escoltas. Ayer mismo, Ribó calificó de intolerable que el Ministerio de Hacienda interviniera las cuentas del Ayuntamiento de Madrid, defendió a Carmena e incluso anunció estudiar la una moción de apoyo al Consistorio capitalino.

En la misma rueda de prensa, a la misma hora, afirmó sin mover un músculo que no se injería en asuntos de otros ayuntamientos al ser preguntado sobre su juicio acerca de que el acalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, se negará a dejar el cargo a pesar de estar doblemente imputado. Con un par. Así es la vida.